Tú Aroma~... [CROSSOVER OMEGAVERSE]

CAPITULO 5.

Tú aroma~...

CAPITULO 5: DOS SEMANAS.

—¿Para que soy buena, Joven Liu? —Preguntó una mujer con caderas anchas, estrecha cintura, busto considerable y un rostro que cualquiera diría “Creado por los Ángeles”. Su nombre era Shin QieLi (1).

Liu QingGe que estaba sentado detrás del escritorio, se inclinó para sacar una carpeta amarilla. La lanzó en el escritorio abriéndose y mostrando su contenido.

—¿Uhm? ¿Quién es...? Este joven tan guapo y atractivo. —Preguntó con rostro pícaro y una ceja enarcada.

—Según investigué. —Comenzó Liu QingGe— es un Joven soltero cotizado. Hijo del líder de Secta y empresas Luo TianLang.

—¿Como se llaman las empresas?

—No lo sé. El caso es... Ese imbécil se llama Luo BingHe. Se acuesta con cualquiera que le pase por delante.... El perro que estaba en el departamento de A-Qiu es de uno de sus amigos. Pero... —Liu QingGe hizo una pausa.

—“Pero...” ¿Qué?

—Pero ese idiota veía a MI Shen Yuan con otros ojos. Llenos de lujuria... Necesito investigarlo. Averigua que trama con-

—¿Con tu novio hermoso, tierno y amigable?

—... Sí.

—Mn~... Bien, lo investigaré mejor.

La mujer tomó la carpeta y dió media vuelta. Liu QingGe vió cómo salió de su “Oficina”... E

n la esquina de su escritorio estaba una foto con un florero delgado de color verde claro con margaritas blancas.

En la foto estaban dos personas; Liu QingGe y su amado A-Qiu. Liu QingGe tenía cargado a Shen Yuan en su espalda y lo sostenía de los muslos, con una piscina de fondo. El traje de baño de Shen era verde con bordes blancos y el de Liu era gris con bordes negros y blancos. Shen Yuan sonreía ampliamente; algo que rara vez hacía. Liu tenía una pequeña sonrisa, pero sus ojos brillaban con felicidad.

—... A-Qiu.

»Mansión Luo.

—A-Luo... —Llamó una mujer a su hijo. Una mujer Omega hermosa, con cejas definidas, labios rojizos pero naturales. Esa era Su XiYan; madre de Luo BingHe— A-Luo... —Suspiro— ¡LUO BINGHE!

Luo BingHe abrió los ojos con sopresa.

—Creación Celestial... —Llamó su padre mientras leía en la mesa, ya había terminado de comer— Ya terminamos el desayuno. Tu madre, literalmente, lleva un siglo llamándote. Y tú solo estás haciendo un corazón con el arroz en tu plato. ¿Cuál de todas tus amantes te trae así?