Capítulo veintiuno

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Habían pasado ya los Grandes Premios de Portugal y España, obtuvimos buenos resultado en el equipo pero aún no lograba llegar al podio, en el Campeonato de Constructores nos encontrábamos en quinto lugar, detrás de Mclaren, Ferrari, Redbull y Mercedes. 

Aún teníamos bastantes carreras por correr pero venía una que me emocionaba mucho, el Gran Premio de Mónaco. 

Nunca había estado ahí pero era un lugar que al menos por fotos se veía espectacular y era bien conocido que después de la carrera, Ricciardo era host de una gran fiesta. 

Llegamos a Montecarlo para instalarnos en el hotel que sería nuestro hogar por los siguientes días, teníamos que dejar todo muy rápido ya que ese día eran las primeras pruebas y no podíamos llegar tarde. 

En esta ocasión Katerina y Charlotte no habían acompañado a sus respectivas parejas y la verdad me sentía algo sola, aun que me llevó bien con varios de los pilotos, no es lo mismo que la compañía de una mujer.

Bajé al lobby del hotel para encontrarme con Pierre y con los del equipo de Redbull, con Max y Checo y claro que había logrado una amistad y fraternidad con Checo, somos los únicos pilotos mexicanos corriendo en la Fórmula 1 y nos hacíamos sentir en casa porque a parte, los dos somos de Guadalajara y eso era todo un orgullo para nosotros, podíamos bromear de cosas que los demás no entendían y eso era muy agradable.

Pueden parar- Dice un Max frustrado. 

Lo siento Max, pero creo que Miranda ya tiene nuevo mejor amigo- Le contesta Checo. 

No porque sean del mismo lugar puedes tomar mi puesto- Le responde.

Ese par siguieron discutiendo y molestándose todo el camino hasta llegar al circuito, donde bajamos y ellos se fueron al garage de Redbull y Pierre y yo al de Alpha Tauri.

Estábamos listos para salir a la primer práctica del día y así lo hicimos, en esta ocasión a Pierre no le había ido tan bien y a mi algo regular pero estábamos confiados de que en la segunda práctica serían mejores resultados. 

El día terminó siendo mejor, mejores resultados y felices por el día siguiente con la última práctica y clasificación. 

Regresamos al hotel y como se me había estado haciendo costumbre, subí a la terraza del hotel para disfrutar la vista y poder llamarle a mi familia. 

FaceTime

Hola Miranda- Dice mi mamá saludándome.

Hola ma ¿cómo están?- Le pregunto.

Todos bien, extrañándote ¿y tu?- Me dice. 

También extrañándolos- Le contesto. 

¿Y mi papá y Héctor?- Le pregunto al no verlos. 

Fueron por tacos- Me contesta. 

Que raro- Digo girando los ojos. 

Seguí hablando con mi mamá por un buen rato hasta que por mi lado alguien se asomó a la pantalla. 

Hola!- Dice Max saludando a mi mamá.

Hola Max, ¿cómo estás?- Le dice feliz mi mamá.

Bien ¿y usted?- Le pregunta educado. 

Bien pero ya te dije que no me hables así- Dice regañándolo.

Lo siento, se me olvida- Le contesta riendo. 

Mi mamá estaba muy al pendiente de mi y de todo lo que ocurría en mi vida, ya le había contado de la conexión que tenía con Max y ellos ya habían platicado por FaceTime y se llevaban muy bien, notaban el cariño de hermanos que nos tenemos. 

PIT STOPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora