Capítulo treina y uno

793 46 0
                                    

Volamos de Texas hacia la Ciudad de México, mi felicidad era demasiada, moría por llegar y poder ver a mi familia, aun que ellos llegarían sólo al domingo de carrera pero para mi era más que suficiente. 

En esta ocasión, todos los pilotos viajamos juntos y nuestros equipos y personal, aparte.

Al llegar al aeropuerto tomamos nuestras cosas, salimos y ya había gente afuera esperándonos pero como mi país es tan increíble, afuera estaba todo un mariachi que en cuanto salimos comenzaron a tocar, de inmediato Checo y yo nos emocionamos y comenzamos a cantar, fue una bienvenida espectacular que solo México puede ofrecer. 

Subimos a las camionetas y nos llevaron directo a hacer unas actividades, la primera fue ir a Xochimilco y disfrutar de un paseo en trajineras. 

La mayoría de los pilotos estaban asombrados con toda la cultura porque no siempre nos preparan actividades a cada país que vamos.

Como todavía faltaban unos días para las primeras prácticas, pudimos disfrutar de un buen tequila, tacos y mucha música típica. 

Para no variar, a Daniel y Max se les pasaron las copas, son fiesteros por naturaleza. 

El día había terminado y regresábamos al hotel, camino allá, acordamos todos ir a un antro al día siguiente, estar en mi país es motivo de festejo. 

Este día no teníamos actividades planeadas entonces lo del antro nos sentaba más que perfecto, hicimos reservación en un buen lugar y todos se estaban preparando, las novias de los pilotos estaban también en México y nos acompañarían, entonces sería una buena fiesta. 

En mi cuarto estábamos Katerina, Charlotte y yo arreglándonos para irnos, ellas se veían hermosas; llevaban vestidos entallados que las hacía lucir muy bien, yo igual opté por un vestido pero en mi caso no tan entallado, prefería estar cómoda. 

Salimos de la habitación para encontrarnos con los demás que ya estaban en el lobby esperándonos. 

Las chicas saludaron a sus parejas y se quedaron con ellos. 

Miranda, quiero presentarte a alguien- Me dice Checo.

A lo cual yo camino hacia donde esta el para poder saludar.

Ella es Carola, mi esposa- Me presenta.

Hola Carola, mucho gusto- Le digo saludándola.

Hola Miranda, que gusto conocerte- Me dice muy amable.

Seguimos conversando un rato los tres, la verdad era lindo compartir con ellos estando en México. 

Que linda te ves- Dice Lando llegando por detrás.

Tu te ves increíble- Le regreso el gesto.

Y no me mal entiendan, Lando siempre se ve muy guapo pero hoy era todo un galán, con esa camisa abotonada y jeans entallados, con un olor delicioso ¿quién me podría decir que no es un galán?

Nos subimos a las camionetas y llegamos al antro, pasamos de inmediato y tenían una zona apartada para nosotros, habíamos escogido un antro que hubiese de todo tipo de música para que todos disfrutaran y así fue.

Al poco rato ya veíamos a las chicas bailando con sus respectivas parejas, yo no podía hacer eso con Lando por el tema público pero ambos seguíamos disfrutando de la noche.

En un momento de la noche, unas chicas se le acercaron a Lando, yo no soy una persona celosa pero tampoco me gusta que se quieran aprovechar. 

Lando estaba siendo amable, como siempre pero no podía quitarse a las chicas de encima y eso ya me estaba molestando pero no podía intervenir; los chicos se dieron cuenta de eso y se acercaron a ayudarlo, lograron quitarle a las chicas de encima y yo me quedé en la mesa. 

PIT STOPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora