"Síndrome de Alexitimia"

"Un gran día"

10/07/14

Paso una semana y media desde que Salem y Alan se conocieron y se hicieron amigos, cada vez que podía alguno de los dos se visitaban entre ellos, incluso a veces salían de paseo junto con Darlas y Alan Junior al parque o a otro lugar.

Ahora la chica se encontraba con la psicóloga, acostada en el sillón mientras que Laura estaba prestando atención a lo que decía. Cuando recibió su visita tuvo la sorpresa de que esta vez no haya sido acompañada por su madre y que haya venido un día antes de lo planeado, pero decidió ignorar ese pequeño gran detalle y empezar su sesión que estaba ahora mismo estaba a punto de terminar.

—"Me alegra mucho que te hayas hecho un nuevo amigo ¿Será por eso que quisiste venir un día antes de lo acordado?" Preguntó la psicóloga mientras se levantaba junto con Salem para abrir la puerta.

—"Creo que si... creo que tenía ganas de contárselo" Respondió sin saber el porque lo hizo.

—"Bueno, la sesión ya ha terminado, saludos a tu madre" Dijo abriendo la puerta y sonriendo.

—"Ok" Dijo a punto de salir para luego detenerse y mirarla "El nuevo peinado te queda bien" Después de eso salió de la sala mientras se despedía con la mano.

Eso dejo sorprendida a la mujer, tocó su peinado. Que se trataba de una trenza que estaba apoyada en su hombro, ninguno de sus clientes se había dado cuenta ni siquiera su esposo, pero esa razón era porque él estaba cansado ya que había llegado tarde a casa. 
La verdad es que ella tomaba a Salem como una hija que nunca tuvo, incluso le había dicho a Mérida que si algo malo le pasaba, que esperaba que nunca pasara, se haría cargo de la menor. Dejo de pensar al ver que uno de sus clientes había venido, lo dejo entrar y cerro la puerta para empezar la sesión.

Mientras eso pasaba, Salem ya estaba saliendo del edificio cuando en frente suyo estaban Darlas y Alan paseando a Alan Junior, quien el animal se le quedo viendo a la chica mientras movía la cola de una lado a otro y la lengua para fuera -Si Salem viviera con ellos, el perro fácilmente podría pensar que ella es su dueña-. Eran apenas las doce de la mañana, pero ellos estaban ahí ya que en los Sábados sacan a pasear al perro a esa hora.
La chica se dirigió a ellos.

—"¡Hola Salem!" Saludo sonriente Darlas "¿Eh? ¿Tienes la misma ropa cuando nos conocimos?" Pregunto viendo la vestimenta de la chica.

Efectivamente, Salem traía la misma chaqueta violeta oscura larga de ese día, que también estaba abierta, la mismas botas marrón oscuro de ese día, la misma remera blanca de ese día y tenía el pelo desatado como todos los días.

—"Es increíble que te acuerdes de su vestimenta de ese día pero no de donde están tus preciados cigarrillos" Respondió con cara monótona el de buzo rojo. "Por cierto, tu siempre usas la misma ropa, excepto los domingos, en ese día la lavas ya que no sales a ningún lado"

—"Respeta a tus mayores chico" Dijo mientras que del bolsillo de su chaqueta sacaba una caja de cigarrillos para sacar una y prenderla con el encendedor que estaba en su otra mano.

—"¿Puedo acompañarlos al parque?" Hablo por primera vez Salem.

—"Claro" Dijeron al mismo tiempo junto con un ladrido feliz del perro.

—"Ok" Respondió para después agarrar la correa del perro y quitársela a Alan para luego pasear con el animal "Yo lo paseo" Se iba mientras había dicho eso.

—"Bueno, vamos Alan, o sino nos dejara atrás" Dijo caminando antes de exhalar el humo que tenía en su boca provocado por el cigarrillo.