Capítulo II

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Isaac---

 
No podía apartar la vista de ese hombre tan guapo, no sabía quién era, pero mis  ojos no se despegaban de él. Obviamente el hombre comenzó a verme raro, pues solo estaba quieto en las escaleras, mirándolo.

-¿Qué? ¿Tanto te gusto?-Dijo riéndose.
 

Había salido de mi trance, pero a la misma dejé  de funcionar, es que su voz era tan sensual, ronca, pero calmada. Una bella música para mis oídos, y nuevamente me quedé mirándolo embobado.
 

-Sí…-Solté sin percatarme, fue hasta después de unos largo 10 segundos que me di cuenta- ¡Ah! Eh.. lo que quiero decir.. este… ¿quién es usted?
 

-Toji Fushiguro, ¿y tú qué haces aquí? ¿Quién eres?-Camino hacia el sofá y dejo la chaqueta negra que llevaba puesta, para también sentarse.

 
-Toji Fushiguro- Repetí su nombre, pero muy bajito - Yo soy Isaac Akimoto, compañero de Megumi…
 

-Ah, ya veo- Menciono sin mucho interés, fue a la cocina y del refrigerador saco una cerveza, luego volvió al mismo sofá y se quedo mirándome, de seguro pensó que le estaba mirando mucho- ¿Quieres?-Preguntó mostrándome la botella.
 

-No, gracias.-Esta vez  ya me  había recuperado de mi trance, solo podía pensar que ser tan guapo y bueno, debería ser ilegal. No, espera… ¡¿qué demonios hacía pensando eso?! Ciertamente el papá de  Megumi, es muy guapo, pero dejaría de hacer el ridículo, porque bien sabía que si me  quedaba parado allí un poco más, le quitaría la ropa con los ojos. Todo  era un caos, ¿cómo una persona podía crear tantas emociones diferentes?

 
Volví  a la habitación y continúe lo que estaba haciendo, aunque ahora era difícil concentrarse, pero si no trabajaba mis amigos me matarían, ah, que difícil es la vida.  Luego de un tiempo más, Megumi e Itadori regresaron, yo no quería ver a mi amigo pelinegro a los ojos, ¿cómo lo hacía si casi me escape a comer  a su padre con la mirada? Si hubiera sabido que el señor Fushiguro era así de guapo, hubiera visitado a Megumi todos los días, y claro que no era por ver a su padre, sino por su amistad. Sí, hubiera sido por eso…. ¿Realmente a quien engañaba? ¡¿Qué demonios?!

 
Finalmente terminamos  el trabajo, Regresé solo a casa, pues aunque me iría con Yuuji, este decidió quedarse a dormir en casa de Megumi. Al llegar a  casa, lo primero que hice fue darme un baño, mi hermano estaba con su celular mirando quién sabe que.
 

Bueno, ese día transcurrió con normalidad, tal vez no tanta, pero finalizó.
 

-Creo que tendré que visitar más a Megumi, es un buen amigo- Sí, claro… no engaño a nadie, es por Toji Fushiguro. Aunque ciertamente, Megumi es un excelente amigo.

























¡Hey, hola! ¿Cómo están?
Bueno, el capítulo está algo corto, pero espero que les agrade.

Quiero aclarar que para mi desarrollar bien la personalidad de Toji, es algo difícil, así  que digamos que será a medias. Sin más que escribir, gracias por tomarse el tiempo de leer esto.

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Señor FushiguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora