Obsesión

Su pasado

Josh W.

Voy caminado por el corredor del instituto, mientras que una chica distraída pasa a mi lado, parece que va a tropezar y rodará escaleras abajo. Decido atraparla antes de que suceda.

- ¿Estás bien? - Le pregunto
- Lo siento de nuevo...

¿De nuevo? Creo que se confundió de chico. Me presento. La chica se llama Jessica, de cariño Jess, lindo nombre.

La acompaño a caminar, pero creo que debo tener algo extraño en el rostro porque no para de mirarme.

Tengo que irme, me están esperando por lo que decido despedirme.

Los ojos de Jessica no paraban de brillar, hasta que me besa. Fue inesperado.
¿Por qué hizo eso? Pero se sintió bien.

Antes de que decida escapar, la detengo, la miro y veo cómo se derrite sobre si misma. Esa mirada, esos labios debo probarlos.

La besé. Fue increíble.

Jess se va a casa, yo regreso al instituto. Mi madre me llama.

- Hola mamá, te espero en la entrada.
- Ya te vi - cuelga la llamada.

Subo al asiento del copiloto. Saludo a mi mamá que me pregunta por mi día. El cual no será tan interesante a comparación de lo que pasó ésta tarde.
La tristeza invade mi rostro.

- Hijo, sé que esto es difícil para ti, pero debes saber que siempre te amáremos.
- Dilo por ti - se me quiebra la voz - no fuiste tú quien me dijo que me dejaría de amar si no resulto ser su hijo.
-...-
-Hubiera sido más fácil que viviéramos todos juntos hasta que todo se resolviera o al menos que no nos mudáramos miles de kilómetros lejos de casa donde ya tenía una vida.

Después de esa incómoda conversación, hicimos silencio hasta llegar a nuestro destino... La clínica.

La prueba de paternidad ya estaba lista. Me podré o no quedar sin padre dependiendo de lo que esté en ese sobre.

*Hace unas semanas*

- Ya te dije que fue solo una aventura Jonathan - exclama mi madre - ¡Fue hace casi dos décadas!

- ¡¡Pues el fruto de TÚ aventura come en MI mesa y vive en MI casa!! - le grita mi padre.

- Sabes que si es hijo tuyo, en el fondo lo sabes.

- No hasta que lo comprobemos - dice seriamente.

- Bien, mañana mismo vamos.

Me alejo de la sala donde estaban, evitando los gritos.

Resulta ser que hace 17 años mi madre tuvo una aventura con uno de los amigos de mi papá. Ellos habían estado 3 años intentando tenerme y un día inesperado llegué. Pero creo qué tal vez no fui un milagro.

*El presente*

Estamos sentados 6 personas en una larga mesa: Mis padres, sus abogados, el médico y yo.
El médico decide abrir el sobre...

- El examen de ADN del señor Jonathan Williams resultó ser incompatible para paternidad del joven Josh Williams.

En ese instante... esas palabras me congelaron y me destrozaron, tenía la esperanza de que eso no fuera cierto, de que todo fuera un sueño y ya. En ese momento solo podía escuchar el intenso murmullo de las personas de fondo, mientras mi madre lloraba y mi padre hablaba con su abogado para repartir los bienes.

Solo quería salir de esa sala. Me levanté sin pensarlo dos veces, abrí la puerta y me apoyé a la pared, no podía dejar de pensar en todo lo que había pasado.

Hasta que...

*Llamada entrante*
Sofía

Respiro hondo y decido aceptar la llamada.

- Hola mi reina, ¿Cómo estás? - le digo
- Bien, bien. ¿Tu amor? ¿Todo bien? No sé nada de ti desde ayer, ya me había preocupado.
- No te preocupes, he estado bien. Estuve adaptándome al nuevo instituto. Ya conocí a un par de personas, se ven agradables.
- Me alegro - responde - Me gustaría saber cuando vienes a verme, ya hace días que te extraño.
- Sabes que iré lo más pronto posible, mi reina. Te amo, pero tengo que colgar.
- Está bien, yo más amor.

Llamada finalizada.