Capítulo 2: Eres genial.

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Me siento en clase mientras el profesor empieza a leer un libro, tiene la portada verde, no escucho lo que dice, no dejo de pensar.

No dejo de pensar en Zayn, el mago, no puedo olvidar su rostro tan simétrico, y tengo que esperar hasta el viernes.

Estoy algo confundido. Porque a mí nunca me había pasado esto, nunca había ido a un horrible teatro y menos  barato, la entrada costaba cerca de unos cinco dólares, algo muy triste, nunca me hubiera sentado a ver un pobre acto de magia, nunca había quedado fascinado con un chico mayor que yo, ni lo hubiera seguido para hablarle, nunca hubiera mentido sobre mi edad, nunca me había sentido tan nervioso al ver a los ojos a alguien que no fuera mi padre cuando se enoja.

No me gustan los chicos. Nunca me han gustado.

Entonces... ¿por qué no dejo de recordar su linda sonrisa?

Otra vez, me molesta, porque me siento raro.

Mis amigos planean ir hoy por la noche a un evento, pero no voy a ir, porque además de ser día de semana, tengo que acompañar a mis padres a una cena importante con sus colegas, van a celebrar que han conseguido firmar un contrato con otra compañía para empezar un proyecto de edificios en un condominio.

Mi padre es un excelente ingeniero civil, gana muy buen dinero a cada instante, tiene su propia constructora, es el jefe.

Mamá es diseñadora de moda, no necesita trabajar porque papá le da de todo, aunque igual lo hace, porque le gusta su trabajo.

Ambos siempre andan ocupados, pero felices porque no falta nada en casa. Somos la familia perfecta.

Nuestra casa es enorme, es un poco raro estar en ella a veces, porque no hay con quien compartirla, desearía tener hermanos, o una mascota al menos.

Recuerdo el conejo en el sombrero de Zayn.

Vuelvo a pensar en Zayn.

Frunzo mis labios intentando prestar atención al profesor que está explicando algo, pero me es imposible, sus ojos vuelve a aparecer en mi mente.

Entierro el rostro en mis brazos sobre la carpeta, lo bueno de esta escuela particular es que no te dicen nada si no estás prestando atención, todo se arregla con dinero.

¿Habrá estudiado Zayn en una escuela pobre?

Dios, mis propios pensamientos me avergüenzan.

No me gusta tener dinero, afecta en las amistades, en tu forma de ser, odio que a veces suene como un engreído, porque quisiera ser como las demás personas, las otras personas con quienes no tengo en mi entorno social, todos mis amigos son unos tontos adinerados.

Ojalá yo tuviera una familia como las que vi en el teatro.

Zayn de nuevo.

Ni lo conozco, no sé casi nada de él, pero deseo volver a verlo y saber todo sobre él.

No debí decirle dónde vivía, porque por lo visto él debe dinero y yo me la estaba dando de niño rico. ¿Y si después de eso ya no quiere ni verme?

Otra vez, no me gustan los hombres.

Siento un hincón en la espalda que me hace sobresaltarme un poco.

Es Lorenzo, mi amigo que se sienta atrás mío.

Giro la cabeza a verlo mientras él se fija en que el profesor no nos preste atención.

-¿Qué?- le digo.

-Vamos a ir al evento esta noche ¿vendrás?- me pregunta señalando con los ojos a nuestros demás compañeros que se sientan a nuestra derecha, por dos asientos más lejos.

You are so magical |  ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora