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pasó una semana desde aquella pelea que tuvieron, y de alguna manera las cosas habían funcionado

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pasó una semana desde aquella pelea que tuvieron, y de alguna manera las cosas habían funcionado.

últimamente chan volvía a ser el novio cariñoso de siempre, y él no podía quejarse de ello. pero cuando veía la rosa en agua encima de la mesa de la cocina algo le dolía por dentro.

no supo porqué, ni cómo, pero una tarde que tuvo libre y en la que chan le había dicho que iría a ver a su madre fue a aquella florería, pensando en volver a verle.

— ¿hola? — entró al lugar, pero no había nadie.

— hola — dijo una mujer saliendo de un cuarto que había allí. ¿necesitas algo?

— oh — minho había preparado más de un tema de conversación, pero ninguno coincidía con esa situación. — estoy buscando a un chico, sus cachetes son grandes y...

— ¿jisung? — reconoció la mujer, sonriendo. el castaño solo asintió — ¿eres su amigo? si quieres le aviso de que has venido, ¿cómo te llamas?

— minho, y muchas gracias — no hablaron más y el chico se fue.

por mucho que no quería admitirlo, le disgustaba no haberle visto.

por mucho que no quería admitirlo, le disgustaba no haberle visto

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𝗋𝗈𝗌𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora