𝗋𝗈𝗌𝖾

# 09

la luz de la mañana filtrándose por la ventana era, normalmente, algo romántico y bonito. pero el chico acostado en la cama lo odiaba. ¿qué necesidad tenía el sol de despertarle?

y para "empeorar" su día, el móvil empezó a sonar a las 10 de la mañana  y como si no fuera poco, era un número desconocido.

— cómo sea una broma... — empezó a hablarle al aún desconocido sujeto al otro lado de la línea.

— baja, en cinco minutos estoy en tu puerta. — dijo una voz demasiado conocida, para después colgar.

minho dió un salto, incorporándose. debía ducharse, vestirse, y comer en cinco minutos entes de que llegara el ahora rubio.

se duchó rápidamente y se puso su outfit estrella: unos pantalones negros, una sudadera negra, una chaqueta negra, y unas zapatillas negras. no iba a impresionar a nadie, pero esperaba que a jisung no le desagradara.

últimamente las cosas entre ellos iban muy bien. hacía ya dos meses que había roto con chan, y nunca le había ido mejor en la vida. no es que el mayor le molestara, pero ahora sentía que su vida estaba completa, gracias a jisung. no supo cuando ni cómo, pero empezó a sentir cosas por él, y la actitud detallista del otro no ayudaba a calmar las mariposas en su estómago.

— ¿minho? — tocó varias veces la puerta, hasta que el castaño le abrió. jisung siempre se preguntaba, ¿cómo a alguien le podía quedar tan increíble el negro? no lo entendía, pero le gustaba — min, un desconocido te dejó esto.

el más bajo le tendió un ramo de rosas, y éste las recibió algo confuso.

— ¿quién será? — dijo cerrando la puerta detrás suya.

— hay... hay una nota — le informó algo nervioso.

desde el primer momento en el que lo vió en frente a la floristería supo que ese chico tendría algo especial, pero no se esperaba que terminaría enamorado de él. y ahora, dos meses después, esperaba que lo suyo empezara a ser oficial. es decir, se trataban como novios, se cuidaban como novios, se querían como novios, solo faltaba serlo.

— ¿un desconocido me está pidiendo ser su novio? — preguntó minho, divertido.

— eso parece — contestó, echándose el pelo hacia atrás mientras evitaba su mirada.

— tendré que decirle que no — dijo con un tono triste.

— ¿q-qué?

— a mí ya me gusta alguien, sung — explicó acercándose a él — ahg, no me hagas decirlo. esto es muy cursi, pero sí.

el menor solo pudo reírse en respuesta a aquello. esa era una de las razones por las que le gustaba tanto el mayor.

— te quiero, min.

— y yo a tí, desconocido.

THE END

espero que les haya gustado <33