Andreu
-Cuéntame, ¿cómo estás? ¿las clases, que tal? –
-Bien, tía. Tu comida es rica que me hace feliz- digo sonriéndole con la boca llena y ella sonríe mientras yo trago lentamente la comida para luego hablar -las clases normal; escuchar a los profesores, apuntar los trabajos, hacerlas y entregarlas, lo mismo de siempre.
-Aburrido- dice apoyando el codo en la mesa lo que me causa risa.
Me dedico a recordar cuanto he llegado a querer a mi tía durante estos años, me ha protegido y dado de su cariño, ha sido más que una tía, también a sido madre, mi amiga, mi compañera de pláticas y confidente de bromas en algunas veces. Ha sido un gran apoyo y realmente se lo he agradecido mucho. Como mamá lo estaría con ella.
-Tía Lea-
- ¿Si? –
-Me escuchas por favor-
-Como siempre, cariño- destaca sonriente, yo le sonrió y me encamino al piano que esta entre la sala y la mesa donde comemos.
Nocturne in B flat minor, Op. 9 no. 1. Las teclas suenan, mis dedos se deslizan, mis ojos se cierran y los sentimientos hacia mamá surgen. La siento a ella. Cerca. Conmigo. Abrazándome con esta misma melodía. Mamá está sentada ante el piano haciendo los mismos gestos, moviendo las manos. Deslizando los dedos con tanta delicadeza y suavidad. Cierra los ojos, sonriendo, ladeando su cabeza de un lado a otro con sutileza mientras yo la veo desde el sofá del apartamento sonriente. Sonríe. No está sufriendo, está sonriendo. Ella es feliz y si ella lo está yo también lo estoy. "Debes aprender a sentir la música, mi vida" apunta a mi pecho "desde tu corazón" "Siente siempre desde tu corazón" Lo estoy sintiendo mamá. ¿Me escuchas? ¿Sientes lo que yo siento? ¿Mamá?
Han pasado once años desde que me mudé a Marsella. Han pasado once años desde que perdí a mi madre, sin embargo, mi querer hacia ella no termina, aunque quisiera, aunque perdiera la memoria estoy seguro que la querría siempre. Han pasado once años y la única familia que tengo -cerca y que conozco- es mi tía Lea. Gracias a ella toco mejor las melodías. ¿Mamá?, tía Lea ha sido generoso y cariñosa conmigo. Mamá, ella me ha enseñado a mejorar cada día en mis estudios y en las notas que hay en las partituras. Ella me ha mencionado que no debe perderse esta tradición y no lo haré, también han pasado once años desde que la conocí a ella. Aquella chica sonriente y testadura a la vez. "Siente siempre desde tu corazón" lo haré mamá.-Tu madre estaría orgullosa del chico en el que te has convertido- mi tía dice al el escuchar que termino de tocar
-Y tu hermana estaría muy agradecida como lo estoy de ti. Tía Lea- digo acercándome para abrazarla.
***
-Me da gusto que haya terminado esta semana, ya me estaban atormentando con tantas tareas-Emma dice tambaleándose dramáticamente
-No es para tanto Emma, solo fueron 5 tareas durante la semana-
-Lo dices, porque para ti todo es fácil- se queja arrastrando su mochila por el suelo
-Bueno, pero mira el lado bueno- Jade una chica pelirroja, amiga nuestra, habla.
-¿Cuál?- cuestionamos Emma y yo en coro volteando hacia la chica
-Que ya terminaron- responde con una sonrisa burlona
-Ja, Ja.- la castaña le da una mirada de pocos amigos y yo solo me limito a ignorar.
Estamos a una cuadra de subir la cima del camino que sigue sin parar para llegar a casa, estoy a punto de entrar al edificio, subir las gradas, despedirme de Emma y luego marcharme a Francia. Caminábamos costa arriba y antes de que Jade se despidiera lanza una pregunta.
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El olvido de lo que fuimos
RomanceEmma Pinta. Andreu ejecuta el Piano. Emma ama el Melón. Andreu ama la Sandía. Emma sueña con tener su galería de arte. Andreu sueña con ser un corredor de autos. Ambos están el uno para el otro. Esa fue la promesa que se hicieron el primer día que...