Capítulo 3

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Andreu

-Cuéntame, ¿cómo estás? ¿las clases, que tal? –

-Bien, tía. Tu comida es rica que me hace feliz- digo sonriéndole con la boca llena y ella sonríe mientras yo trago lentamente la comida para luego hablar -las clases normal; escuchar a los profesores, apuntar los trabajos, hacerlas y entregarlas, lo mismo de siempre.

-Aburrido- dice apoyando el codo en la mesa lo que me causa risa.

Me dedico a recordar cuanto he llegado a querer a mi tía durante estos años, me ha protegido y dado de su cariño, ha sido más que una tía, también a sido madre, mi amiga, mi compañera de pláticas y confidente de bromas en algunas veces. Ha sido un gran apoyo y realmente se lo he agradecido mucho. Como mamá lo estaría con ella.

-Tía Lea-

- ¿Si? –

-Me escuchas por favor-

-Como siempre, cariño- destaca sonriente, yo le sonrió y me encamino al piano que esta entre la sala y la mesa donde comemos.

Nocturne in B flat minor, Op. 9 no. 1. Las teclas suenan, mis dedos se deslizan, mis ojos se cierran y los sentimientos hacia mamá surgen. La siento a ella. Cerca. Conmigo. Abrazándome con esta misma melodía. Mamá está sentada ante el piano haciendo los mismos gestos, moviendo las manos. Deslizando los dedos con tanta delicadeza y suavidad. Cierra los ojos, sonriendo, ladeando su cabeza de un lado a otro con sutileza mientras yo la veo desde el sofá del apartamento sonriente. Sonríe. No está sufriendo, está sonriendo. Ella es feliz y si ella lo está yo también lo estoy. "Debes aprender a sentir la música, mi vida"  apunta a mi pecho "desde tu corazón" "Siente siempre desde tu corazón" Lo estoy sintiendo mamá. ¿Me escuchas? ¿Sientes lo que yo siento? ¿Mamá?
Han pasado once años desde que me mudé a Marsella. Han pasado once años desde que perdí a mi madre, sin embargo, mi querer hacia ella no termina, aunque quisiera, aunque perdiera la memoria estoy seguro que la querría siempre. Han pasado once años y la única familia que tengo -cerca y que conozco- es mi tía Lea. Gracias a ella toco mejor las melodías. ¿Mamá?, tía Lea ha sido generoso y cariñosa conmigo. Mamá, ella me ha enseñado a mejorar cada día en mis estudios y en las notas que hay en las partituras. Ella me ha mencionado que no debe perderse esta tradición y no lo haré, también han pasado once años desde que la conocí a ella. Aquella chica sonriente y testadura a la vez. "Siente siempre desde tu corazón" lo haré mamá.

-Tu madre estaría orgullosa del chico en el que te has convertido- mi tía dice al el escuchar que termino de tocar

-Y tu hermana estaría muy agradecida como lo estoy de ti. Tía Lea- digo acercándome para abrazarla.

***

-Me da gusto que haya terminado esta semana, ya me estaban atormentando con tantas tareas-Emma dice tambaleándose dramáticamente

-No es para tanto Emma, solo fueron 5 tareas durante la semana-

-Lo dices, porque para ti todo es fácil- se queja arrastrando su mochila por el suelo

-Bueno, pero mira el lado bueno- Jade una chica pelirroja, amiga nuestra, habla.

-¿Cuál?- cuestionamos Emma y yo en coro volteando hacia la chica

-Que ya terminaron- responde con una sonrisa burlona

-Ja, Ja.- la castaña le da una mirada de pocos amigos y yo solo me limito a ignorar.

Estamos a una cuadra de subir la cima del camino que sigue sin parar para llegar a casa, estoy a punto de entrar al edificio, subir las gradas, despedirme de Emma y luego marcharme a Francia. Caminábamos costa arriba y antes de que Jade se despidiera lanza una pregunta.

El olvido de lo que fuimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora