El olvido de lo que fuimos

Capítulo 4

Emma

-¡Aaaaaaah!- gritaba de la emoción con lo que estaba viendo, lo sostenía con fuerza frente a mí. ¨¡Era un cuadro! -o marco como quieran llamarlo-, beige y dorado mezclados, un cuadro casi como las que usaban Da Vinci al enmarcar sus obras o de Vicent van Gogh. Me encantaba tanto, era perfecto para la pintura que justo había terminado mientras Andreu no estaba. Mi sonrisa era inmensa, solté el cuadro aun viendo y salté, salté y reí de emoción, era realmente hermoso.

-¿Te gusta?- Andreu demanda viéndome

-¿Que pregunta es esa?, Claro que si, ¡Me encanta!-

-Te falto la "S"- comenta riéndose, yo lo ignoro -o eso trato-

-Bien, ahora a enmarcar el cuadro- digo aplaudiendo rápidamente

-Puedo ayuda...-

-NO-

-¿Por qué?

-Es decir...no, porque cuando este completo, verás el cuadro en el que he estado trabajando- digo sonriéndole

- Vaya, Emma Dufau guarda secretos- habla malévolamente y le pongo mala cara

-Sal, te llamaré-

-Con que no sea una de Henri posando con sus músculos, es todo- dice saliendo a lo que le respondo cerrándole la puerta en la cara.

Sus comentarios con ese chico nunca paraban. No me gustaba locamente, solo me gustaba por su físico, pero no era que quería algo con él. Pero bueno, tomé todo lo que necesitaba para asegurar bien el marco. Era realmente precioso ante mis ojos y con el cuadro de pintura sé que quedará perfecto. Me lo estoy imaginando.

***

- ¿a dónde vamos? - preguntaba Andreu mientras lo ayudaba a subir las gradas para el techo del edificio

-Es una pregunta tonta, lo sabes, ¿no?

-Ya sé, pero ¿para que la venda en los ojos?

-Ya lo verás, no seas impaciente y camina lento, pero...-

-Seguro- termina riéndose melosamente

-Estamos un escalón más, quédate aquí y no te muevas-

-Si eso pasa-

-Si eso pasa. Da por hecho que te arrojo con todo y lo que tengo por mostrarte-

-Emma, no me digas que...-

-Cállate Andreu- la risa de Andreu estallo en el espacio que nos rodeaba, el cielo, el aire frío, pero fresco, las estrellas. Su risa era melódica en aquel espacio. Mientras el reía yo estaba acomodando el cuadro, el cuadro que amé y amo tanto.

-Bien. Quítate la venda y admira esta belleza- digo posando mis manos hacia el cuadro. Esos ojos, esos ojos eran los que esperaba ver, las que imaginaba cada que pintaba el cuadro, brillosos, tan redondos y hermosos. Su mirada era de un asombro que en ningún otro lado lo había visto, ni cuando ganó el primer lugar en el concurso de piano que tuvo hace dos años.

-Em..-

-¿Qué tal?-

-Estoy soñando Emma. Por favor pellizca mi brazo- Solo sonreía ante tal mirada.

-Sé lo mucho que la amas, lo que ella causa en ti, ella es tu melodía, es parte de tu vida y nunca la conocí, pero en ti puedo ver la gran mujer que fue. Con aquella fotografía vieja que tanto aprecio le tienes quise darte una a mí manera. Andreu, esta pintura es tuya y quiero que tú mismo le des un nombre, por favor. - él estaba atónito, pero también asombrado y maravillado. Andreu solo me abrazo y sentí su corazón agitarse, su rostro se hundió entre mi brazo. La melancolía y alegría se mezclaron que solo lo abrace fuerte.

-Lo llamaré "Mi melodía"- susurro

-Así será entonces-

***

Habíamos decido solo sentarnos en el sofá situado en el techo del edificio, no dijimos nada más, luego de darle el cuadro a Andreu el lloro entre mis hombros y después siguió agradeciendo entre moquillos por el cuadro de su madre y el de pequeño que había hecho, al finalizar con otra sonrisa inmensa en su rostro decidió dormir así que le permití que posara su cabeza sobre mis piernas mientras acariciaba cuidadosamente sus rizos entre mis manos cantándole "estrella donde estas"; durante la siesta de Andreu me quede pensando en muchas cosas y uno de los pensamientos que me invadió fue su padre. ¿Seguirá vivo?, ¿Será que Andreu no tendrá curiosidad por saber que ha sido de él?, porque a mi si me genera intriga conocerlo, aunque sea una sola vez. 

Ha pasado demasiado tiempo...ya saben esto de estudiar estar clases deportivas y más cosas ocupa tiempo, pero aquí estoy, de vuelta.
Quédense que estoy segura que amarán esta historia como yo amo escribirla e imaginar lo que sucede con estos dos. Enserio. 

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