✞︎ℭ𝔞𝔱𝔬𝔯𝔠𝔢 𝔡𝔢 𝔉𝔢𝔟𝔯𝔢𝔯𝔬✞︎

✞︎ 𝔗𝔴𝔬 ✞︎

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14 𝖉𝖊 𝖋𝔢𝔟𝔯𝔢𝔯𝔬

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- Alguien y lo más probable es que sea la misma persona que dejó el vino, te dejo un montón de ¿rosas? - Laguna recogió una de las rosas que había dentro del casillero - ¿Porque alguien te dejaría rosas, tantas rosas? -

- Si, ¿Quien quisiera regalarme rosas? - sostenía varias en mi mano, seguía recogiendo las flores que había en el piso.

- Tal vez alguien te hizo todo esto por San Valentín -

- A mi, todo esto, a mi - Draculaura asintió con la cabeza - Por San Valentín, dios mio, definitivamente Cupido lleva sus consejos a los extremos -

- Eso no importa ahora. Sea quien sea o sin importar la situación - Franki me ayudó a terminar de recoger las flores - quien te esté dejando estos "regalos", sabe cual es la contraseña de tu casillero -

- ¿¡Qué!?, eso es imposible.... ni siquiera se la diría a ustedes y son mis amigas - la idea de que alguien pudiera saber mi contraseña me ponía nerviosa, y más aún porque sabía que lo que decía Franki es verdad - espero que todo esto solo sea una broma de mal gusto.

- No creo que lo sea - el tono de la voz de Laguna hizo que se me erizaran los cabellos y más al ver lo que tenía en su mano.

- ¿Una carta? - la tomé de sus manos - tiene un sello de cera y el sobre huele a... - lo acerque a mi nariz para apreciar mejor el olor - huele sorprendentemente bien, muy bien de hecho -

- Espera, tiene algo escrito por detrás -

Para Moxy, la monstruo más hermosa que haya podido ver.
Atte: El monstruo que más la ama en este mundo.

- ¡Lo sabía!, sabía que esto era una declaración -

- Ábrela, debe de haber algo que al menos aclare un poco lo que está sucediendo -

Desprendi el sello del sobre abriéndolo para sacar su contenido, el olor que desprendía la carta era delicioso. Saque el papel donde creíamos que habría algo escrito relacionado a esto, estaba salpicada con tinta roja, parecía como si fuera sangre. Al desdoblar la hoja vi que tenía una hermosa caligrafía.

- ¿Y, que dice? - comencé a leerla en voz baja y casi me desmayo al ver lo que estaba escrito.

- ¡Moxy!, ¿estas bien? -

- No... - me senté en el suelo flexionando mis rodillas y escondiendo mi cara en mis brazos- nunca me había pasado algo como esto. ¿¡Que se supone que deba de hacer ahora!?

El timbre sonó anunciando la conclusión del almuerzo.

- Moxy, ¿que decía la carta? - negué con la cabeza.

- No entendí muy bien lo último, pero creo saber quien hizo todo esto -

- ¿De verdad? - asentí con la cabeza - ¿quién?

- Valentin, se que es él o al menos que está involucrado en esto -

- ¿Valentín?, ¿Porque él haría todo esto? -

- No lo se - me levanté del piso y sacudí mi ropa de la parte de atrás - pero por lo que resta del día, no quiero pensar en esto. Debo de ir al baño, las veo en clase -

- Bien... - afirmó Draculaura con un tono de voz que me daba a entender que sentía lastima - ¡Moxy! - me grito parando mi paso me voltee a verla abrió la boca para hablar cerrandola casi de inmediato y repetir su acción para hablar- solo quiero que sepas que estamos aquí para ti. Y no olvides que tenemos practica más tarde ¿si? - asentí con una suave sonrisa para darme la vuelta y dirigirme al baño.

Estaba realmente confundida, ¿Porque alguien cono Valentin haría todo esto?, la piel se me erizaba con solo preguntarme como supo mi gusto por el vino o las flores, aunque había algo que me preocupa aun más, ¿Cómo logró conseguir la contraseña de mi casillero?. Fue lo que había en carta que me hizo darme cuenta de quién estaba detrás de todo esto.

Me recarge en los lavabos suspirando pesadamente agachado mi cabeza. Cerré los ojos sin aplicar fuerza, por un momento me sentí agobiada, saturada; supongo que fue mucha información que procesar para mi.

- ¿Porque me sucedió esto, a mi? — saque la carta del bolsillo de mi chaqueta y los desdoblé releyendo el contenido.

Se creía que una de las maneras más hermosas de expresar el amor era cumpliendo tus promesas que hacías por esa persona.

Yo me prometí que serias mia a toda costa y lo estoy cumpliendo. ¿Recuerdas lo hermoso que fue nuestro acercamiento?, teníamos tal vez unos 1200 o 1300 años tal vez hasta un poco más. Te tenía casi en mis brazos, pero llegó una persona a la que amaste más que a mi.

Hay algo que hace que te ame aún más, desde mi punto de vista, el vino es como la sangre para mi, eso es algo que adoro de ti; me hace pensar que eres alguien como yo, un vampiro, sin mencionar que amas la carne a comparación de otros vampiros que conozco.

Veme en el patio trasero de la escuela al terminar las clases, no te arrepentirás. No se si aun recuerdes lo último que dije cuando te pedí vernos.

Sentí como se me hizo un nudo en la garganta, arrugue la hoja al cerrar mis puños de la incomodidad que sentí en ese momento. Trage seco para pasar la sensación un poco.

Sentí un escalofrío al sentir una mirada sobre mi, gire la cabeza lentamente hacia atrás, se me quito un gran peso de encima al ver que solo era Abbey

- ¿Estas bien chica? - pregunto acercándose a mi.

- ¡Si! - la espante con mi afirmación - es solo que... tengo... cólicos, si son los cólicos. Debo de irme Abbey, nos vemos luego - salí de baño cerrando la puerta detrás de mi. Me toque la frente recargando mi espalda en la puerta - dios mio, no puedo creer lo que me esta pasando —

Guarde la carta en el bolsillo de mi chaqueta. Ahora tenía dos opciones, ir a donde la carta decía o, no ir y jugarme la suerte de que no pase ningún incidente como este otra vez.

- Será mejor que vaya señorita -

- ¿Qué?