Fuimos por tantas hamburguesas cómo él y yo quisimos, estábamos bastantes llenos, ambos comimos y gastamos demasiado, pero lo merecemos, después de llorar por una persona que ni siquiera está presente.
Llegamos a casa y decidí que era hora de dormir, Boruto se dió una ducha rápida mientras yo limpiaba su cuarto.
-Buenas noches, Boruto.
-Buenas noches mamá -apagué la luz de su cuarto, salí y con suavidad cerré la puerta y me dirigí a mi cuarto.
Me coloque una playera holgada y unos shorts, lavé mi cara y dientes y me recosté a dormir, estaba muy exhausta, pero no logré dormir ni siquiera un poquito, mi cama está vacía y solamente estoy yo, el calor que siempre me abraza fue reemplazado por el triste frío de su ausencia.
(...)
Mi alarma sonó, ya era de mañana, pero no tenía ganas de levantarme, y menos de ir a trabajar, talle mis ojos y suspiré observando el techo mientras me mantenía callada.
Tal vez deba tomarme un tiempo, si no voy a trabajar puede que Naruto se moleste conmigo, pero lo necesito, quiero estár lejos de su trabajo, necesito estár lejos de él.
Con un poco más de ánimos, me levanté de la cama, me dí una larga ducha en la tina del baño e hice algo que no podía hacer muy a menudo.
Me coloque ropa cómoda, no solía vestirme así, ya que me la pasaba todo el tiempo en "mi" trabajo, si es que puedo decirle así.
Prepare un delicioso desayuno, llamé a mi hijo y él bajó adormilado, talló uno de sus ojos y se asomó por las escaleras.
-¡Buenos días cariño!
-¿Mamá?¿Que haces aquí? Llegarás tarde al trabajo- miró el desayuno confundido y luego me miró a mí.
-Si, sobre eso -reí bajito y sobé mi nuca -Bueno, decidí que ya no iré a trabajar, trataré de tomarme unos días -me dió una pequeña sonrisa y tomó asiento en la mesa, ambos comenzamos a comer entre risas y anécdotas de sus misiones.
Hoy será un día muy bueno, estoy segura.
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-¡No!¡Es una carrera, debes ser rápida! si no pagarás el ramen de ambos!- lo miré con un puchero y él rió, tomó mi mano y comenzó a correr hacia Ichiraku.
