BEGONIA

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Noruega, Bosque de Arendelle 

POV Elsa Arendelle 

Cada vez parecía que nos adentrábamos más y más a las profundidades del bosque. Los grandes olmos se agrupaban por delante, y un leve recuerdo de mi niñez vino a mi mente. Específicamente de la noche que lastimé a mi hermana. 

Sentí un cierto malestar y miedo. Una parte de mi necesitaba esto, pero otra me decía que de la vuelta y deje todo tal y como estaba. Pensaba en mi, en el bosque encantado y los habitantes de Arendelle que me conocían. De igual forma pensé en los problemas que le traje a mis padres. Puesto que no solo era una niña con poderes incontrolables, sino también con preferencias distintas. 

Mis padres debieron de estar bastante despavoridos, quizás mamá no tanto, pero aún así dudo que se lo haya esperado. Ella era una habitante Northuldra y sabía que existían parejas del mismo sexo. Era una práctica no del todo común, pero bien aceptada. A diferencia de papá que estuvo acostumbrado a las reglas del abuelo, y las leyes de Arendelle no eran del todo indulgentes para estas parejas. No estaban prohibidas, más en tanto no eran bien vistas. 

Una parte de mi mente no dejaba de divagar ante la imagen de la gente sobre mi. Desde que cedí el trono a Anna, esas cosas dejaron de importarme, pero ahora siento aún presente la necesidad de ocultarme y salir corriendo. Siento una fuerte obligación de llorar pero me contengo, debía encontrar la respuesta a esto. ¿Quién era aquella mujer? 

A lo lejos veo que Gran Pabbie para su caminata en un pequeño claro del bosque. Alrededor hay una gran cantidad de arbustos y él se posiciona justo en medio de estos. 

- Mi querida Elsa, ¿Cuánto tiempo? - El anciano troll me sonríe e intento parecer lo más apacible posible, no quería que notase que me estaba muriendo de nervios. 

- Hace bastante ya - Sonrío suavemente  - Estoy aquí por la profecía, estoy más que segura que usted sabe de cual hablo. 

- Si Elsa, la recuerdo como si fuera ayer. - El troll parece moverse lentamente por el lugar. - Recuerdo que ese día yo llamé a tus padres porque una profecía tuya me había sido dada. Ellos estaban nerviosos, al igual que tú. 

En el aire empezó a mostrarse las figuras de mis padres. Ellos se acercaban desesperados a Gran Pabbie con cierto nerviosismo, y en el firmamento se materializaba la profecía como en una nube de humo. Las formas parecían tomar sentido y aquella mujer y yo demasiado cercanas. Mi padre parecía ser el más sorprendido y se notaba tenso, ambos estaban confundidos. 

Desesperados le dijeron al anciano troll que pusiera la profecía en un papiro para estudiarla, y mis padres se fueron de ahí con la sensación de tener un mal sabor de boca. 

- Ellos tenían mucho miedo por ti, no querían que el pueblo te repudiase cuando fueras reina. - Susurra tranquilamente. - Venían a mi por preguntas, pero no podía darles la respuesta que ellos querían. Pasaron años investigando sobre personas reinantes con las mismas preferencias, buscaban y buscaban. Necesitaban algo para poder sentir que serías aceptada. 

Cuando terminó de decir aquello, solo podía aguantar las ganas de llorar. Sentía que debajo de mis pies ya se hallaba una capa de hielo y esta parecía crecer mientras más dejaba salir mis emociones. 

- No te retengas Elsa. Sé que esto es difícil para ti, pero debes ser fuerte por ellos. Ahora estás aquí, y creo que al fin podremos responder aquellas preguntas que tus padres creían nunca ser respondidas. - Gran Pabbie me toma de la mano y siento una extraña calma. Él tenía razón, debía de ser capaz de lidiar con esto. 

- ¿Sabes quién es la mujer que aparece allí? - Es lo primero que pienso. Para encontrar las respuestas, debo saber quien es aquella mujer. 

- Contrario a los ojos que lo miran, 

JACARANDA |Elsa x Isabela|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora