HYACINTHUS

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Noruega, Castillo de Arendelle

Un resoplido intenso se colaba por debajo de las puertas, haciendo que estas crujan de manera estrepitosa, con el conocido chirriar de la madera y el aliento de viento helado que se arremolinaba por fuera del castillo.

Esa noche la Reina se encontraba en su salón principal. Sus blanquecinas y pecosas manos escribían con animo una carta hacía el Rey de Fyllingsdalen. Debían conversar prontamente sobre el intercambio de suministros a cambio de telas e hilos.

Claramente no era su fuerte el comunicarse con otro medio que no sea entablar una conversación cara a cara, pero aquella carta era trabajo de su hermana, la cual abandonó a medio camino de redactarla.

Resoplaba frustrada sintiendo el frío calar sus huesos una vez más esa noche, realmente su hermana parecía estar emocionada o solamente era el invierno del Fiordo haciendose presente como cada año.

- Ugh ojalá el verano llegue pronto. Gruño la reina antes de calentar un poco sus manos en el fuego que ardía a pocos metros de ella.

Otro golpe aún más intenso arremetió con las puertas del castillo, haciendo que la joven monarca levante la cabeza y observe a una figura blanquecina que se aproximaba hacía ella haciendole pegar un grito agudo que seguramente despertaría a la servidumbre entera.

- ELSA CASI ME MATAS DEL SUSTO - El grito siguiente hizo que la carcajada de la guardiana del bosque resuene por el ancho pasillo que las separaba, avanzando con pasos seguros y dejándose ver más allá que una sombra pálida que destilaba poder.

- Lo siento, quería darte una sorpresa - La sonrisa burlesca de la rubia nunca dejó su rostro, mientras que la menor de ellas bufaba ante la extraña intromisión ¿Qué acaso no necesitaba tiempo para ella? Pensó la reina antes de abrir paso a Elsa a tomar asiento a su lado.

- La próxima podrías tocar la puerta en vez entrar de esa manera, y menos en la noche Elsa - Se quejó la menor en cuanto la guardiana cerraba las puertas del castillo con un chasquido.

- Lo tomaré en cuenta, pero necesitaba verte de antes hacer algo que quizás no estés de acuerdo - La guardiana parecía nerviosa, jugueteaba con sus manos y tenía una sonrisa tímida que tanteaba ocultar.

Anna nunca había visto algo así en Elsa.

- Adivinaré ¿Te irás a buscar a Isabela?

- ¿QUÉ? ¿Cómo lo supiste?

- ESTABA SIENDO SARCÁSTICA ELSA - Las mejillas de la pelirroja tomaron el color de su cabello y parecían inflarse intentando formular una respuesta que no implicase salirse de sus cabales.

- Mira, tengo un plan y soy una adulta capaz de decidir sobre lo que quiero, pero me encantaría que me apoyaras en esto. - Las palabras de Elsa eran firmes pero no dejaban de ser lo suficientemente amables como para tocar el corazón de su hermana.

- No la conoces.

- Claro que lo hago, hablo con ella diariamente.

- Nunca la has visto ¿Y si las visiones de Gran Pabby solo distorsionan su belleza?

- ¿Alguna vez me he visto diferente en las visiones que en persona? Por que eso es un comentario desagradable a mi orgullo.

- Estas tergiversando mis palabras.

- Tú estás dudando de la mía, estoy segura que sé lo que hago cuando digo que quiero cruzar al otro lado del mundo.

Un silencio se instauró en la sala y ambas mujeres se miraron expectantes. Anna aún desconfiaba de Isabela, no sabía absolutamente nada de sus costumbres, mucho menos de si sus sentimientos eran igual de intensos que los que su hermana parecía sentir. Pero algo de lo que estaba segura era que compartía la misma terquedad de familia con Elsa, así que aunque se opusiera, simplemente ella haría exactamente lo que se le plazca.

JACARANDA |Elsa x Isabela|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora