｡*✧Las canciones que te regalaría✧*｡|| 𝙹𝚊𝚎𝙳𝚘 𝙵𝚊𝚗𝚏𝚒𝚌

XVI. S E C R E T O

⚠️TRIGGER WARNING: mención de abuso sexual, mención de abuso intrafamiliar⚠️

Me quedé en mi cuarto paralizado mientras Jae iba a la cocina a hacer las palomitas.

No podía dejar de analizar lo que acababa de pasar en mi interior.

Podría gustarme Jaehyun. Lo había aceptado como una posibilidad y entre más le daba vueltas al asunto más real se volvía.

Y más asustado me sentía.

Decidí intentar distraerme de ese pensamiento yendo a la cocina a encontrarme con él, pero verlo fue incluso mucho peor.

Ver sus manos, delicadas, tamborilear en la encimera de la cocina mientras esperaba a que estuvieran las palomitas me hizo pensar en lo suaves que se sentían cuando me tocaba.

Ver su pecho moverse al respirar con pesadez bajo su camiseta me hizo pensar en lo seguro que me sentía cuando me ponía contra él.

Ver sus labios fruncidos hacía un lado en una mueca de fastidio mientras revisaba su celular me hizo pensar en aquel beso lejano, que resultó haberme dado él y que, aunque odiara admitirlo, quería repetir.

Y cuando sus ojos se encontraron con los míos, no pude evitar pensar que, más que una posibilidad, era un hecho que definitivamente Jeong Jaehyun me gustaba.

Me gustaba mucho.

-¿Qué te dió? ¿Tengo algo en la cara? -dijo extrañado.

Volví a la realidad de un golpe y sacudí la cabeza para tratar de enfocarme.

-Solo lo feo que eres -dije bromeando.

-Podré ser muchas cosas, pero feo no es una de ellas, además, te recuerdo que esta cara te ha fascinado siempre.

-¿De qué hablas? -Dije alarmado, pensando en que había logrado leer mi mente en algún momento.

-Ah, no te hagas el loco, siempre te ha gustado Nunu y los dos somos idénticos.

Sentí que mi alma volvía a mi cuerpo.

-Pero igual sigues teniendo la cara más cuadrada y extraña.

-Más cuadrada y bonita, querrás decir.

Rodé los ojos mientras me sentaba en el sofá. Mi pierna automáticamente empezó a rebotar arriba y abajo, en un intento desesperado de mi subconsciente por calmar la ansiedad que me llenaba en ese momento.

-¿Pongo Caso Cerrado? -Preguntó Jae tumbandose a mi lado tan de repente que me sobresalté- Andas muy nervioso hoy, ¿qué te pasa?

Me gustas, me gustas, me gustas y no sé qué hacer o como sentirme con eso.

-Es que hacía tanto tiempo que no venías que ya me desadapté a tenerte cerca -dije tomando el tazón de palomitas de sus manos.

-Bueno, si tú lo dices. Oye, ¿puedo dormir aquí hoy? Mi papá ha estado insoportable estos días y no quiero estar en mi casa.

-Claro.

Que no, que duermas aquí significaría que a mitad de la noche o yo iré a tu cuarto o tú irás al mío y no sé que pueda pasar.

-Vaya, no tuve que rogarte, parece que era en serio eso que me extrañabas--se jactó poniendo su brazo alrededor de mis hombros- anda, admite que te gusta que esté por aquí.

-¿Qué? ¡No me gustas! -dije sin pensar, presa del pánico.

No me gustas.

Ay mierda.