Channie y Lixie son amigos que se convierten en amantes, pero tienen un secreto... les gusta el daddy kink. Solo que nadie puede saberlo.
- Es un secreto, ¿verdad Daddy?
- Claro bebé, nadie lo sabrá
Es mi primer historia así que tendrá un desarro...
—Te acompaño a clase Lix —dijo Bang en cuanto escucho el timbre que anunciaba el término del almuerzo.
—¿Qué? —respondió sorprendido —Pero tú también tienes clase, no te preocupes por la mía —sonrió tiernamente.
—Quiero acompañarte —lo miro a los ojos suplicante. Que tierno se veía ante los ojos de Felix.
—De acuerdo —accedió, miro a sus amigos y sonrió —Nos vemos en la clase chicos, me iré primero, adiós Bin, suerte en tu día —se levantó y espero a que su mayor hiciese lo mismo para caminar.
—Entonces... ¿Cómo te cayó Bin? ¿Mejor que la primera impresión? —pregunto curioso.
—Meh, no diría que me desagrada, pero...
—¿Pero...? —cuestionó Felix dirigiéndole una mirada confundida.
—Nada, solo supongo que debo conocerlo mejor —suspiro y rodó los ojos. El no aceptaría que estaba celoso, jamás.
—Si, solo es eso —sonrió para luego abrazar al contrario.
Aunque el camino hacia la clase no era largo, ese par de minutos que caminaron abrazados lo sintieron como un día completo.
Cuando llegaron al aula, el menor tomó las mejillas de Bang, acunándolas en sus palmas y dándole un pequeño beso, del que se separó rápidamente con un sonrojo evidente decorando sus mejillas.
Por su lado, el mayor que había sido tomando desprevenido, solo atinó a parpadear confundido y feliz, pues su chico le había besado sin pena alguna en la puerta del aula, consciente de que había personas dentro.
Se miraron otro par de segundos y entonces Felix susurro un "Nos vemos más tarde", y se adentró en el salón con una sonrisa.
Para el final del día, ninguno de los dos había dejado de pensar en el contrario. Y eso se notaba en los pequeños regaños que recibían de sus profesores por no prestar atención en clase. Claro que a ninguno le importaba, pues tenían algo mas interesante en mente que el tema.
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—Lixie —dijo Jisung mientras recogía sus cosas. El mencionado alzó la cabeza para verlo —¿Quieres salir con nosotros? —pregunto señalando con su mirada a Seungmin y Jeongin.
—Seguro, ¿hoy? —respondió Felix contento.
—Pensamos que sería mejor el fin de semana, así tenemos tiempo para planear algo divertido ¿qué opinas? —dijo Seungmin sonriendo.
—Me encanta la idea
—Excelente —Jeongin tomó a Felix por los hombros —¿Nos vamos? —cuestionó, recibiendo un asentimiento de los otros tres.
Los amigos salieron de la escuela, acompañando al pecoso hasta el auto del mayor, sabiendo ya que este lo llevaba todos los días a casa. Solo llegar al auto los chicos se despidieron de los otros tres chicos, no esperando claro que Bang se ofreciera a llevarlos también a sus casas. Evidentemente olvidando un pequeño detalle, eran 7.
