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Al abrir los ojos, lo primero que vio el pecoso fue a su novio acostado junto a él, si veía precioso durmiendo, y también muy inocente. Sus ojos recorrieron todo su rostro, detallando cada pequeña parte de él, para finalmente terminar con la mirada posada en sus labios, tan lindos, esponjosos y rosas... Si bien ya los había probado en demasía, sus dedos inconscientemente llegaron hasta ellos y con el pulgar delineó suavemente los mismos.

Bang se removió ante el toque y el pequeño se tensó pensando que lo había despertado, un par de segundos después, al comprobar que seguía dormido, volvió a lo de antes y termino de tocar los labios de su pareja, acercando lentamente su rostro para darle un pequeño beso. Claro que no contaba con que el mayor correspondería el beso, dándole un pequeño susto; sin embargo, luego de reaccionar, ambos siguieron el beso por un rato más, al menos hasta que les faltó el aire.

El mayor se separó para mirar la hora, aún era temprano para ir a la escuela, pero de todos modos no tenía un cambio de ropa, así que de mala gana se levantó de la cama contemplando el puchero que se formaba en la cara de Felix.

—No te vayas todavía —dijo jalándolo de la camisa.

—Tengo que, bebé, no tengo ropa para cambiarme y además recuerda que debo pasar por los chicos —acaricio la mano de Felix suavemente mientras se separaba.

—Puedes usar algo mío, y... y te puedes bañar aquí, pero quédate otro rato, porfis, porfis, porfis

—Hmm... lo pensaré —claro que no estaba pensando un carajo, esa petición había sido aceptada desde que dijo lo primero —Bueno, me quedo, pero más te vale tener ropa mas grande de la usas tú o me veré ridículo —rió.

Ambos se quedaron unos minutos más abrazados hasta que el más alto insistió en tomar un baño, y entonces se separaron. Felix le alcanzó una toalla y ropa limpia para que pudiese cambiarse, y con una sonrisa se sentó a la orilla de la cama para esperar.

Cuando el mayor estuvo dentro del baño, abrió la regadera y se desnudó poniendo todo sobre el lavabo. Espero un poco a que el agua se templara, pero no podía dejar de pensar en el pecoso que estaba fuera esperando por él.

—¡Lix! —gritó despacio esperando que el chico escuchase su llamado al otro lado de la puerta.

—¿Pasó algo? —cuestionó preocupado.

—Ehh... si, podrías entrar —el chico rogaba que lo que tenía en mente funcionara, de lo contrario se sentiría estúpido.

El más bajo abrió con cuidado la puerta y se cubrió los ojos para evitar ver algo de más. Esta acción le parecía tierna a Bang, sin embargo continuó con lo que tenía en mente y adoptó una posición visiblemente demandante.

—Bebé, mírame —demandó. No sabía de donde le había salido una voz tan gruesa, pero sin dudas continuó. —Bañémonos juntos.

El pecoso trago saliva y lentamente se quitó la mano de los ojos para mirar, estaba cohibido ante la propuesta, pero no negaría que aquello le encantaría. Miro hacia abajo como un reflejo y lo que vio lo dejó perplejo, con pena admitirá que había imaginado el miembro de su novio, pero ni en sus más alocadas fantasías había visualizado que podría ser tan grande.

El mayor notó su lujuriosa mirada y le extendió una mano, la cual fue correspondida con vergüenza, las mejillas de Felix se tornaron de un rosa intenso, y su respiración se aceleraba.

Con suma cautela Christopher despojó a Felix de sus prendas, admirando cada centímetro de su blanca y suave piel, Felix por el contrario se estremecía con cada toque, los dedos del mayor recorriendo su piel lo tenían demasiado excitado, tanto que un pequeño gemido asomó por sus labios.

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⏰ Última actualización: Aug 07, 2022 ⏰

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Es un secreto, ¿verdad Daddy? || Chanlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora