Han pasado miles de años desde los acontecimientos que ocurrieron en el mundo, en la actualidad todos creen que la Época de los Titanes no es más que una leyenda, algo que jamás ocurrio.
O eso pensaban hasta que un grupo de jóvenes estudiantes de pr...
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"Hay un número limitado de vidas que puedo valorar y decidí quiénes eran esas personas hace seis años..."
—Agh...—Bien este no era el momento para tener sus ataques de visiones raras, tenía cosas más importantes en las que preocuparse que en tratar de decifrar lo que sea que su mente quiera mostrarla y claro con ello venían sus fuertes dolores de cabeza—( Debería dejar de divagar tanto)
—Esto... eso... realmente nunca pense...wow —son las palabras o bueno el intento de una frase que viene de parte de Annie que seguía parada en la puerta de la habitación, aunque después de unos segundos se recompuso de su sorpresa y dió una sonrisa burlona, que lo único que hizo fue revolverle el estomago—... Aunque debo de decir que ahora que lo pienso, esto no es tan raro, no si hablamos de tí Arckerman.
—¿Que quieres decir con "viniendo de mi", Leonhart? —lanza el primer ataque, si la rubia lo toma puede que comiencen una pelea usual entre ambas —(... No, no creo que sea bueno eso le podría traer problemas a tía Carla).
—Bueno ya ves, siempre tuviste esta aura de niña rara en la secundaria cuando vestías de negro, coletas y siempre llevabas ese crucifijo extraño colgando de tú cuello —responde con calma, mientras asegura el agarre de su guitarra en su hombro y se agacha para recoger su mochila que había dejado caer por la impresión—....Aunque te soy sincera, nunca pense que estuvieras tan loca.
—¡Yo no estoy loca!
—Claro, lo que digas, si eso te hace sentir mejor allá tú.
—¿Q-que? —sino fuera porque en sus brazos lleva su computadora y carpetas, en ese momento ya estaría agarrando por el cuello al pequeño tucán rubio— y ¿Desde cuando eres tan considerada con los demás?
—Bueno, puede que sea un ser valiente y eso, pero hasta yo se que no debo de meterme con Brujas —y ahí estaba de nuevo esa inclinación en los labios de su rostro normalmente aburrido, eso que solo hacía que la azabache sintiera sus defenzas a mil—...porque eso es lo que eres ¿Verdad Ackerman?
—No soy una bruja y más vale no que no vuelvas a llamarme de esa forma pequeño tucán.
—¿Cómo me acabas de llamar? —dejando de lado el lado burlón con el que le estaba hablando, cambiandolo por un más desafiante—.
—Al menos que tengas problemas auditivos, no veo la necesidad en tener que repetir lo que he dicho.
—Bueno, por lo menos yo no tengo un centro de brujería en mi casa —habla mientras señala el cuarto de la pelinegra con un gesto un tanto burlón—.
Y lo que pasaba era que la habitación de Mikasa es un tanto peculiar o bueno para los gustos ordinarios (Annie) podría ser algo perturbador por el estilo gótico que este tenía, aunque lo que más sobresalía de esta eran las pituras o bocetos que colgaban en las paredes los cuales era retratos de los amigos de la chica de la bufanda, pero en una versión más oscura de ellos mismos entre otros objetos que Mikasa tenía ahí.
