La mejor navidad a tu lado~ || KuroKen 🖤💛

~2~

Kenma se despertó primero; a las seis de la mañana.
Al mirar a su alrededor recordó que estaba en la casa de Kuroo y se sonrojó un poco al ver a este en ropa interior a su lado, pero él ya estaba acostumbrado dado a que Kuroo odiaba dormir con ropa, siempre se la quitaba y se quedaba con los boxers.
Kenma se levantó de la cama y fué al salón, encendió la televisión y la miró hasta aproximadamente las ocho y media; cuando Kuroo se despertó.

-Buenos días- Dijo Kenma al fin apartando la mirada del televisor para encontrarse a su novio en ropa interior, con la musculatura tan marcada como siempre, con un pelo revuelto y con una cara de recién levantado la cual a Kenma le parecía muy sensual.

-Que sexy...- Susurró Kenma sin siquiera darse cuenta pensando que lo estaba diciendo por dentro.

Kuroo se sentó a su lado en el sofá pasando su brazo por detrás del cuello de Kenma sin que él sospechara que lo había escuchado.

- ¿Eso crees?- Provocó haciendo que Kenma se percatara que lo había dicho en voz alta y escondiera su cabeza en sus piernas

-Me voy a duchar- Dijo el colocador levantando la cabeza y desviandola hacia el baño.

Kenma se levantó del sofá en dirección al baño, pero Kuroo cogió su muñeca, haciendo que dejara de caminar en dirección al baño y lo mirase.

-¿Me ducho contigo?~- Preguntó tentando a Kenma.

-. . .- 

Kuroo al no recibir respuesta se levantó y empezó a bailar con Kenma.

-Me voy a tomar tu silencio como un si~- Dijo. Y al ver la sonrisa fatalmente disimulada de Kenma él también sonrió.

Ambos se dirigieron al baño, se quitaron las prendas de ropa y se metieron en la bañera.
No era excesivamente grande así que Kenma estaba sobre las piernas de Kuroo mirándose cara a cara. Kenma intentaba evitar el contacto visual y que se notara de más su sonrojo. Mientras que Kuroo disfrutaba de cada expresión y sonrojo de Kenma.

-Ahora saldremos a comprar, ¿que te gustaría comer y cenar?- Preguntó Kuroo ya que él no tenía ideas mínimamente no del agrado de Kenma.. Por ahora.

Kenma al fin miró a los ojos a Kuroo sin saber una respuesta concreta.
Kuroo atrajo a Kenma más cerca suyo, haciendo que Kenma apoyara las manos sobre su pecho.

-¿Qué quieres comer Kenma?~- Preguntó con una mirada seductora haciendo que Kenma tuviese el mismo tono de piel que el pelo de Tendō.

Kenma sin pensarlo dos veces le dió un beso intenso a Kuro el cual claramente excitó a ambos.
El colocador deseaba que ese momento.. Ese beso fuera eterno.
Cuando se separó para coger aire, Kuroo lo volvió a acercar metiendo su lengua en la boca del contrario. Pronto ese beso, se convirtió en una guerra por meter la lengua en la boca del otro, guerra la cual claramente Kuroo ganó.
Kuroo empezó a tocar la espalda de Kenma bajando moderadamente, pero cuando estaba apunto de llegar a su destino, Kenma lo paró.

-Ahora no...- Dijo Kenma mientras llevaba la mano de Kuroo a su pecho.- Vamos a salir a comprar y no quiero cogear. A...Así que allí no.-

Kuroo se tumbó tanto como la bañera le permitió; tenía las piernas bajo el agua y la espalda apoyada en la pared.

-Tu tomas el mando~- Dijo Kuroo relajándose dado a que así Kenma no tendría dolores al salir a comprar.

Kenma se sentó sobre el abdomen de Kuroo, entrelazó sus dedos con los del contrario y lo besó con pasión. Al capitán del Nekoma le encantaba que su pequeño gatito tomara el mando.
Se besaron apasionadamente durante unos minutos, después se bañaron y se vistieron.
Cuando llegaron al centro comercial compraron la comida y decorativos.

-Un momento, voy a por una cosa.- Kenma se alejó de Kuro y se metió en una tienda, al volver con Kuroo traía con él algo envuelto en papel de regalo.

-¿Qué es?- Preguntó Kuroo sin saber que pudiese haber ido a comprar en una tienda de ropa.

-Ya lo verás.- Dijo Kenma muy seguro de si mismo.

Las compras terminaron rápido y se fueron a la casa. Como ya era tarde, en cuanto llegaron comieron. 

Kenma recogía el plato y lo llevaba a la cocina dejándolo en el fregadero, aparte de que guardaba el misterioso regalo entre su ropa para asegurarse de que Kuroo no descubriese que es. Se cambió la ropa a un pijama y se fué al salón sentándose en el sofá para mirar la televisión. Kuroo se sentó a su lado y al rato se durmió tumbado en el sofá, mientras que Kenma había optado por tumbarse a su lado. Se sentía protegido y feliz estando a su lado.

Kenma no resistió toda la película que puso, así que se quedó dormido junto a Kuroo.

A las cinco Kuroo despertó, se encontró a Kenma durmiendo plácidamente a su lado,por lo qual, con excesivo cuidado le levantó dejando a Kenma cómodo y se dirigió a la cocina, pero Kenma se levantó al notar que su novio ya no estaba y lo cogió de la camisa.

-No te vayas...- Dijo Kenma aún adormilado.

Kuroo cogió a Kenma y lo llevó a la habitación, lo tumbó en la cama y se tumbó él. Empezó a acariciarle el pelo, haciendo que Kenma se relajara por completo y se volviera a dormir. Aunque Kenma estaba dormido, Kuroo no le dejaba de tocar el pelo, mínimo no hasta no asegurarse de que ya estaba dormido del todo. Al asegurarse, lo tumbó correctamente y lo tapó con las sábanas.

Kenma despertó de su sueño muy agitado se tocó el pelo un poco, inspiró e expiró unas cuantas veces seguidas. Luego se levantó y miró la hora, eran sobre las siete y Kuroo estaba en el salón mirando un programa. Kenma se sentó sobre las piernas de Kuroo e inmediatamente sintió como los brazos de su novio lo abrazaban desde detrás.

-¿Has tenido pesadillas?- Preguntó Kuroo al ver que Kenma estaba temblando y sudando un poco.

-No..- Mintió por no querer hacerlo preocuparse por cosas tan tontas como un sueño suyo.

Kuroo, dándose cuenta de que era mentira, giró a Kenma para que se sentara de rodillas (una a cada lado), con las manos en sus hombros y mirándose a los ojos.

-Te lo voy a repetir. ¿Has tenido pesadillas?- Repitió Kuroo serio.

-No hace falta que te preocupes tanto por una cosa tan estupida como una pesadilla..- Le intentó quitar importancia al asunto.

-Si se trata de ti sí, me preocupo.- Dijo con un tono más blando.

Kenma abrazó a Kuroo mientras cogía aire y lo soltaba.

-He soñado que me dejabas.- Dijo sin andarse con rodeos, mientras sentía unas lágrimas bajar por sus mejillas.

-Kenma...- Se preocupó Kuroo al notar su hombro mojarse y escuchar el sueño.

-¿Y por qué razón te iba yo a dejar?- Insinuó  haciendo ver a Kenma que él nunca lo dejaría.

-No lo se... En el sueño no salía la razón...- Dijo parando de tanto en tanto para sorberse la nariz.

Kuroo incorporó a Kenma para mirarlo a los ojos y limpiarle las lágrimas con la mano.

-Quiero que sepas que nunca te dejaré.- Aclaró Kuroo haciendo sentir mejor a Kenma.