Capítulo 4.

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Apenas se termina de colocar la camiseta frente al espejo ya con cabello húmedo sin peinar, Prem escucha como llaman a la puerta, seguramente los amigos de Boun que irían a visitarlos esa tarde para almorzar juntos, a razón de no haber podido asistir a la fiesta. Prem los conoce y cree que son muy lindos juntos, con una historia de amor de película y un aspecto que los hace simplemente irresistibles debido a la diferencia de su tamaño. Sin embargo no han podido convivir juntos y los ha visto escasas veces, mayormente en sus fotos de Facebook y se vale de lo que le cuenta Boun. Definitivamente sus pasantías en el hospital le quitaban mucho tiempo, pero estaba fascinado y enamorado de su trabajo y eso lo hacía valer absolutamente la pena.

El timbre suena de nueva cuenta y Prem se apresura a la entrada, donde ya dejó limpia la sala y cocina para recibir a sus invitados. Se detiene un momento frente a la puerta y se acomoda como puede el cabello, tratando de lucir casual.

—Hola.— saluda Prem al par de chicos frente a él, que ya conoce de fotografías y conversaciones —Santa, Earth, bienvenidos.

Los chicos se miran entre ellos unos segundos, sin decir una palabra y es el alto, seguramente Santa, por la descripción que le dio Boun de su amigo "Muy alto y con grandes ojos infantiles" quien empuja ligeramente al "Bajito guapo de mirada inocente", Earth.

—Mucho gusto.— responde el bajito, sujetando un pay entre sus manos —Me llamo Earth, él es mi novio, Santa.

—¡Hola!— el chico alto le sonríe, agitando su mano —Tú debes ser el amigo de mi amigo, muchas gracias por cuidar de Boun.— Prem acepta la mano que le es extendida y Santa la toma con gusto, haciéndolo reír.

—Por favor pasen, él se está bañando.— recibe el pay educadamente y le sonríe a la pareja, dejando espacio en la puerta para que entren —¿Qué les traigo de beber?

A medida que Prem avanza a la cocina su voz se ve ligeramente amortiguada por las paredes y Earth aprovecha, no sin antes verificar que no escuche dando un rápido vistazo a la cocina, para decirle a su novio lo que aqueja su cabeza desde que les abrieron la puerta.

—¿Viste las marcas?— susurra en gritos, tomando de la camiseta a su ovio —¡Dime que las viste!

—Por supuesto que las vi.— no está menos alterado que su novio, porque bueno, todo parecía muy sospechoso en esa escena.

—¿Qué diablos pasó? ¿No se supone que sale con Varinthorn?

—Cariño, no lo sé, no me he sentado con Boun  a conversar de sus bi-aventuras.

Earth se queda callado, con la boquita abierta y parpadea muchas veces tratando de entender la jerga que Santa suele soltar de vez en cuando. Como esa ocasión.

—Bi...  ¿Qué?

—¡¿Vino está bien, chicos?!— grita Prem desde la cocina.

—¡S-sí!— responde nervioso Santa sin escuchar realmente la pregunta.

—A mí no me gusta el vino.— le refuta Earth, empujando su pecho en berrinche susurrado.

—Me distraes, ¡Era responder o morir!

—Es vino espumoso, espero que les guste.— el pelinegro llega con tres copas servidas, burbujeantes y de un suave rosado traslúcido que coloca en la mesa donde espera el pay de Earth —Tomen asiento, por favor, están en su casa.

La pareja se sigue susurrando cosas, siendo Earth quien con señas y balbuceos sin voz le pide que sea él quien saquea colación el tema y Santa se niega, poniéndose duro en su sitio.

Si, todo un espectáculo de ver.

—Lamento la tardanza.— pero afortunadamente Boun sale de la habitación a salvar el día, secándose todavía el cabello mojado —La caldera ha estado fallando estos días.

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