CAPITULO 5º

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<<Wanda>>

-Tienes que contarme que hicieron ayer.- Peter y Agatha no paraban.

-Luego, ahora no.- miro hacia los lados.- no quiero que se entre toda la oficina.

-Pero no te hagas la loca.- Agatha se sienta a mi lado.

Las puertas del ascensor se abren y las hermanas entran riéndose mientras caminaban hacia sus respectivos despachos.

-Venga tigresa.- me susurra Pedro.

Me giro y veo como mi amiga se reía a escondidas y Peter sonreía mientras cruzaba los brazos.

-No me lo puedo creer.- pongo los ojos en blanco mientras cogía los papeles de la mesa.- ya hablaré con ustedes luego.- me iba en dirección al despacho mientras los escuchaba reírse.

Al entrar Natasha no estaba, respiré hondo y caminé hacia su escritorio. Miraba algunos papeles de las próximas reuniones y de pronto sentí unas manos en mis caderas, pero sabía que esas manos eran de Nat. Me giro y me quedo apoyada en la mesa, ahi estaba, tan guapa y brillante.

Suspiré levemente.

-¿Te asusté? .- nuestras miradas se quedaron fijas y su sonrisa me hizo reír un poco.

-No tranquila, supe que eras tú.- puse mis manos sobre sus hombros.

-Luego tengo una reunión, ¿quieres comer conmigo al acabar? .- asentí mientras me mordía el labio.- Wanda...- me miraba los labios.

-¿Si? .- sonreía pícara.

-Sabes lo que significa para mí que te muerdas el labio.- se acerca más a mi.- ¿me estás provocando?.

-Tal vez.- la veo sonreír y acercarse a mí.

Me besa ferozmente y yo acepto encantada, me encanta que tenga esa energía y ese deseo, pero sobre todo que los tenga conmigo.

Su sabor es bálsamo para mis labios.

La puerta suena y nos separamos rápidamente, vemos a Peter entrar.

-Lamento interrumpir.- se acerca a nosotras.- hay un chico afuera preguntando por tí Wanda.

-¿A mí? .- asiente con la cabeza.- ¿Es algo para la Srta.Romanoff? .-niega.

-Ve Wanda.- sonríe.- luego te veo.

-Vale.- sonrío y voy tras Peter.

Salimos del despacho y voy tras mi amigo, lo miro atentamente y lo noto nervioso.

-Peter para.- lo veo pararse y camino hasta quedar delante de él.- ¿Qué te ocurre?.

-A ver cómo te lo digo para que no estés de los nervios.- me empezaba a poner incómoda.- Visión pregunta por ti.

Mis piernas empezaban a temblar, mi corazón bombeaba más sangre y mi respiración se aceleraba.

-¿Sabes a qué vino? .- me muerdo las uñas, "dios tengo que dejar de hacerlo".

-No, solo vino y preguntó por ti.- me quita la mano para que no me las mordiera.- te vas a hacer daño.

-¿Vino solo? .- asiente y me acaricia la mano.- con lo bien que había comenzado la mañana.- suspiro y me giro para ir a mi asiento.- vamos.

Al llegar a la entrada de la empresa miro por todos lados, no lo encontré, hasta que escuché su voz detrás de mí, me giro ya lo lejos le veo acercarse. Se más encontré alto que antes, llevaba el pelo corto cosa que antes lo tenía más largo, unos pitillos claros y una camisa amarilla mostaza acompañada de una chaqueta azul marino.

DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora