Ante la insistencia de Willy y la disposición y compromiso de Alice de ayudarme con todos los preparativos que demandaba el asunto accedí a ir al dichoso baile de fin de año.
La más grande de mis preocupaciones se había solucionado. Tenía con quién ir, puesto que, Edward había aceptado ser mi novio.
Sin embargo, entre mis cálculos no estaba un vampiro desquiciado que me perseguiría hasta matarme.
Corrijo.
Hasta romperme una pierna y dejarme molida como papilla de bebé y endeudada por el resto de mi vida y las próximas reencarnaciones con la cuenta del hospital.
Ah... pero él quedó peor.
El evento tomó lugar una semana posterior al alta médica, de modo que no tuve tiempo, —bueno sí, pero no tenía ganas— de conseguir un vestido adecuado para la ocasión.
Esa era mi perfecta excusa para perderme el baile.
Hasta que Alice llegó con una prenda suya, que para mi sorpresa me calzaba perfectamente.
— Wow, combina hasta con el yeso. —Dije mientras me miraba al espejo, pasando las manos por el desastre que tenía por cabello.
Alice me tomó por los hombros y volvió a sentarme.
— Obvio. Tengo un excelente gusto. —Contesto muy pagada de sí misma.
— Y encima humilde la chiquilla.
La risa de Alice era femenina y delicada.
La observé embelesada.
Todos sus gestos y acciones se enmarcaban en los de una mujer modelo. No podía describirlo de otra manera. Además de apariencia perfecta y sus modales elegantes y calculados, era buena.
No solamente cortés.
Era infinitamente buena persona.
La clase de chica, dispuesta a sacrificar su tiempo libre, para ayudar a una convaleciente en sus quehaceres diarios.
Debido a mi pierna rota, me había vuelto aún más inútil, siendo incapaz de bañarme por mi propia cuenta. Alice me ayudaba con eso, ante la rotunda negativa de Willy, a mi propuesta de no bañarme hasta que me quitaran el yeso.
La chica pasaba la mayor parte del tiempo en casa, ganándose así a mi hermano, con quién veía aburridos programas de moda y series que se ponían interesantes cinco minutos antes de que acabara el episodio.
Con dedos ágiles, batalló con mi melena otro cuarto de hora, hasta que logró un peinado digno de Pinterest.
— Si que haces milagros —La felicité.
Alice esbozó una sonrisa y volvió la atención a sí misma.
Me ayudó a incorporarme y fuimos hasta la salita de estar.
Ella lucía como una modelo de alta costura: preciosa, elegante, apolínea.
Y yo... bueno, tenía salud.
Algo.
— Tocó bailar con yeso nomás. —Dije mirando a Edward.
Su sola presencia me robó el aliento.
Si con ropa de calle era guapo, con traje era una estrella de Hollywood camino a una avant premier.
Cerré la mano en un puño y me lo llevé a la boca ¿Todo eso me iba a comer?
Digo...
Me mordí el interior de la mejilla con un ápice de envidia. Se supone que la que destacaba por su belleza era la chica, pero viéndolo, no había comparación. Era un pecado.
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(Fanfic de Crepúsculo) Del amanecer al ocaso
Fanfic¿Y si Crepúsculo no estuviera protagonizado por Bella? Sino, por una deslenguada, impulsiva y particular adolescente. ¿Qué podría ser diferente? Bienvenidos a "del amanecer al ocaso" donde nada puede malir sal. (Edward X O.C) Portada preciosa hec...