•|[ ɴғʟ ᴀᴅᴠᴇɴᴛᴜʀs ]|•

Kyle Shanahan

📍Wisconsin.

Aventura: ¿Volver?

30 de Diciembre.

Mire por la ventana perdiendome, las calles están frías y con pocas personas en ellas, la temporada de fiestas está en su final.

Estos días me sentí vacía, más vacía que nunca antes.

—¡Ey! Ya es hora de que te vayas, es tarde no puedes quedarte a trabajar más tiempo.—mi jefe me sobresalta.

—Lo siento señor Anderson, quería terminar el boceto del diseño.

—No, no, es hora de que te vayas a casa. Se está haciendo tarde y cada vez se pone más frío afuera.

—Sí, creo que tiene razón.—Una tenue sonrisa aparece en el rostro del mayor.

—Recuerda mañana no vamos a trabajar, son nuestras vacaciones de año nuevo.—asentí con una sonrisa.—Entonces diviértete linda.—se aleja de mi y va en dirección a la salida.—¡Feliz año nuevo!

Una vez que sale de mi campo de visión me relajo en la silla, ¿tan miserable me sentía como para querer estar trabajando en tales días festivos? ¿Yo una amante de la navidad? Realmente estoy acabada.

Me levanté dispuesta a salir de ahí. Tome mis cosas, coloque mi abrigo y bufanda para no morir de hipotermia antes de llegar a casa.

Saludé a mi compañera de piso quién parecía muy feliz.—Hey am.

—¡Carajo, que horas de llegar mujer!—regaña entregándome un plato con tres rebanadas de pizza.—Te has vuelto una loca por el trabajo Tess.—Toma asiento en la barra junto a mí.

—Tengo que mantener mi mente ocupada Amanda.

—Sí lo sé. Sabes que me duele verte divagando tanto y realmente no quiero dejarte sola para el año nuevo.

—Am, ¿Qué cosas dices? Tienes que ir con tú familia, ellos te esperan, además tienes cinco años sin ver a tú madre.

—No quiero dejarte Tess, mi familia puede esperar, además tú también eres parte de ella, eres como mi hermana menor.

—Yo soy mayor que tú.—le recordé y ella le resto importancia comiendo su pizza.

—Me quedaré.

—Te vas, Am, se que has esperado este año con ansías. No voy a permitir que lo arruines por mi, así que harás tus maletas y irás con tu familia. Prometo estar viva para cuando regreses.

Sus ojos se cristalizan.—¿Me lo prometes?

—Sí am, puedo estar triste pero todavía no soy una suicida. Tal vez este ebria cuando regreses.

—Lo vas a estar más porque pienso beber contigo para celebrar.—se acerca a mí y me abrasa con cariño.—Hare que no recuerdes el nombre de ese hombre.