•|[ ɴғʟ ᴀᴅᴠᴇɴᴛᴜʀs ]|•

Justin Herbert.

Los Ángeles, California.

Aventura: Halloween.

Mire a Justin que intentaba pensar en que se vestirá para Halloween.-Woody, el vaquero que todo el mundo ama.-digo con cierta diversión.

-si todo el mundo eres tú entonces acepto vestirme así.-responde con una sonrisa.-pero ¿quién me asegura que dak prescott no estará vestido de Woody también?

-bueno sí yo soy todo tú mundo no hay problema.-digo enredando mis brazos al rededor de su cuello.-entonces vas y te vistes del príncipe encantador de Shrek, de buenas te han comparado con él.-propongo.

-tienes razón, pero obvio no quieres ser mi Ada madrina.-sonríe sacarron.

-demonios Herbert, eso sería incesto.-rio ante su ocurrencia.

-mierda, tienes razón.-dice reprimiendo una sonrisa.-entonces seré el príncipe encantador.

-Yo podría ser la doctora de los Packers que te gusta.-digo intentado sonar sería.

-no voy a preguntar quién te dijo eso, porque esas preguntas rompen amistades.-declara con sonrisa de niño travieso.

-entonces dime de qué quieres que me vista.

-puedes vestirte de doctora sexy.

-¿doctora sexy de los Packers?-arqueo la ceja.

-mala idea.-piensa un momento.-puede ser de pirata, pero con falda.-recomienda y fruncí el entrecejo.

-¿por qué con falda? No vez que arruina el look.-interrogó.

-así sí nos escapamos en medio de la fiesta a un lugar más alejado hay fácil acceso al paraíso.-dice coqueto dando un leve apretón a  mi trasero.

-con esa cara nadie creería en mí sí les contará lo que dices y haces.-sentencie.-tú cara de niño bueno sólo es una fachada.

-¿Entonces vas a negarme qué soy bueno en muchas cosas?-arquea la ceja.

-no voy a negarlo, se que eres bueno usando esa boca y no precisamente para hablar.-digo acariciando su labio inferior.

-vez tú eres quien me provoca..-susurra más cerca de mis labios.

-soy inocente, tus acusaciones no tienen pruebas ni fundamentos.-me acerqué más.

-sólo mira lo que haces, todo causa una reacción en mí.-susurra aún más cerca.

Alguien entra en los vestidores y nos separamos abruptamente, volteó a ver y era Joey Bosa que tenía una leve sonrisa.