Todo estaba oscuro, como el vacío mismo. Era como haber sido arrojado al fondo de un pozo amarrado encontra de su voluntad, y encima rodeado de un aire de inseguridad sobre lo que le sucedería por haber sido testigo de una barbaridad... Pero todos esos pensamientos finalmente fueron interrumpidos.
—No tienes a donde huir, ni a nadie a quien acudir... Solo somos nosotros tres, por lo que eres libre de decir lo que quieras... Ahora, responde: ¿A quién quieres enamorar, Robert? —susurra una voz femenina.
—P-por favor no me hagan daño. ¡Les juro que no le diré a nadie sobre los actos indecentes que estaban haciendo! —se pronuncia Robert aterrado.
—... ¿eh? ¿qué dijo?
—Que no nos acusará sobre los actos indecentes que-
—Que sí lo oí...
—Entonces, ¿para qué pregun-?
—Ay, cállate. —dice Nani antes de prender la luz. —A ver, Robert, ¿cómo que actos indecentes?
—¿Uh? Uhmm... No estaban- digo, ya sabes. Tu estabas de rodillas frente a él y-
—PFFT... HAHAHAH. ¿ESO? ¡HAHAHAH! —se carcajea Nani.
Esto de alguna forma irrita a Robert.
—¿Q- Qué te causa tanta gracia? —pregunta.
—Ha... —suspira Luann. —No estábamos haciendo nada indecente. Ella solo me estaba tomando las medidas del pantalón.
—Ah... E- Esto es vergonzoso... ¡Aun así, eso no los excluye de haberme amarrado en contra de mi voluntad!—responde Robert desafiante.
—¿Amarrado? Es solo plástico, pero tiene el mismo efecto psicológico de una soga a menos que no le apliques fuerza. —continúa Luann.
—Oh. —se sorprende Robert mientras se le cae el plástico ni bien retrajo sus brazos. —Pues que desperdicio de plástico.
—Ayayay... Me duele el estómago de tanto reírme, rayos. —dice Nani. —Ok, ahora sí, dinos Robert. ¿A quién quieres enamorar?
Robert se mantuvo en silencio por un momento, y luego se pronunció algo incrédulo pero igualmente con un aire de determinación: "Quiero que Elizabeth se enamore de mí."
—No me digas que Elizabeth Mayhem de segundo año —dice temblorosa Nani.
—¿Eh? Uhmm, sí, de hecho, es ella. ¿La conoces?
—No es que no la conozca, pero... —responde Nani, luego cruza miradas con Luann. —Borra esa sonrisa de tu rostro, Luann.
—Ahora me debes 5 dólares, haha. —dice Luann.
—Maldición, cállate... —responde Nani algo derrotada.
—Uh, disculpen, pero... ¿de qué están hablando? —pregunta Robert.
—Ah, es que Nani no creía que pudiera adivinar los sentimientos de una persona con solo verla y apostó contra eso. Aunque de este modo, se facilitará nuestro trabajo. —responde Luann.
—Fue pura suerte... —replica Nani en voz baja, aún derrotada.
¿Realmente eran tan obvios los sentimientos de Robert? Sería entonces posible que Elizabeth ya se haya dado cuenta de lo que sentía y aún así...
—P-pero, ¿a qué te refieres con que será más fácil? —pregunta Robert.
—Me refiero a que tú ya le gustas. —responde Luann.
—¿Qué- qué?
—Me refiero a que tú-
—¡Claro que te oí, pero es que eso es imposible! —interrumpe Robert. —Yo soy alguien de quien sería imposible enamorarse en primer lugar. ¿Acaso no has visto como me deja de lado cada vez que llega gente de su clase? —dice incrédulo.
—Uwahh... esta en negación. —susurra Nani.
—Sí... —murmura Luann.
Esto es lo que pasa cuando pones en un pedestal a la persona que te gusta... Sientes que pierdes tu propio valor cuando ella ya no está, y poco a poco también tu esencia. Luann era consciente de ello.
—Claro que la he visto, y cada vez que ella se apartaba de tu lado, podía ver como se formaba una falsa sonrisa en su rostro. Una máscara creada para mantener su status quo debido a la presión popular. Pero no es así contigo, Robert. —dice Luann. —Cada día que cruzan miradas...
—!!! —se sorprende Robert recordando lo que dijo hace unas horas frente al espejo.
—...Cada minuto que intercambias palabras con ella y cada segundo que te ríes con ella. Todos esos momentos han sido genuinos y la prueba de que ella es la chica más feliz de mundo. —continúa Luann.
—Cállate... —dice Robert en voz baja avergonzado de haber dejado que alguien lo escuchara a escondidas.
—Su felicidad no inicia cuando ella se aleja de ti. Acaba cuando no está junto a ti-
—¡CÁLLATE! —grita Robert interrumpiendo a Luann.
Hay un silencio breve.
Robert agarra su mochila y se dirige corriendo hacia la puerta. La abre y...
—Robert. —dice Luann.
Robert se detiene.
—Si ya perdiste la esperanza, yo te puedo prestar la mía. Solo vuelve aquí en el primer receso de mañana. —prosigue Luann antes de que Robert cierre la puerta.
SMACK.
—¿Está bien que lo dejes ir así? Creo que fuiste muy directo con él. —dice Nani.
—Alguien tenía que decírselo a la cara. Él tiene un complejo de inferioridad debido a su físico... Ahora depende de Robert si quiere darse otra oportunidad o no. —responde Luann.
...
Robert llega a su casa cansado. Se echa a la cama e intenta dormir, pero no puede. Recuerdos sobre lo que le dijo Luann rondan por su cabeza: "Todos esos momentos han sido genuinos y la prueba de que ella es la chica más feliz de mundo..."
—Eso no es posible. —susurra Robert mientras se tapa con una almohada.
FIN
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Club de Parejas
Любовные романыDos estudiantes de secundaria deciden crear un club de parejas para ayudar a los alumnos de su escuela con sus crushes. ¿Qué podría salir mal?