La idea de que su plan pudiese fracasar había empezado a carcomer a Robert. Y este, solo se limitó a seguir indicaciones de pretender que tenía una llamada importante. Aunque, solo estaba conversando con Luann a través del teléfono quien estaba escondido entre los arbustos con Nani.
—¿Mierda, ahora qué vamos a hacer? —murmura Robert.
—Relájate, Robert... —le dice Luann a través del teléfono.
—¿Cómo diablos me pides que me relaje? Se supone que solo Elizabeth vendría.
—Yo solo le escribí a ella, no pensé que traería a alguien más. —dice Nani.
—Quizá le preocupa estar sola con el chico que le gusta, hehe. —responde Luann burlándose.
—¡No es tiempo para bromas! —le grita Robert a través del celular.
Se oyen los pasos de Elizabeth y compañía acercándose.
—...No te preocupes, yo me encargaré, tú solo actúa como normalmente lo harías en la escuela.
—Oye, Luann, no me cortes. Espera, espera-
—¿Con quién hablabas, Robby? —le pregunta Elizabeth a Robert.
—Uhmm. Con... mi padre. Sí —responde Robert anonadado. —D-dejando eso de lado, te ves bien, Elizabeth. Tú también, Isabella.
—¡¿En serio?! Uh... digo- gracias. Y perdona por la tardanza. —responde Elizabeth sonriendo mientras baja la mirada.
—Oh, no te preocupes. Aunque, la verdad pensé que solo tu vendrías.... ¡Q-quiero decir-! No es que no haya querido que tú vinieses, Isabella. Es solo que... Uhmm, bueno...
—Ah... es que me escribiste mientras conversaba con Isa. Y pues... le conté que me iba a ver contigo y como ella estaba regresando de hacer las compras, aquí estamos, hehe. —responde Elizabeth.
—Así es, y de todos modos si hay más personas, será más divertido, ¿no crees, 'Robby'? —aclara Isabella interponiéndose entre ambos.
—Haha, pues tienes razón... —responde Robert resignado.
Y mientras el desdichado joven tenía que enfrentar su primer obstáculo, a lo lejos, Luann y Nani escuchaban atentamente la conversación.
—Esto tiene mala pinta... —comenta Nani.
—Y que lo digas. No puede ser casualidad que Isabella aparezca en algo tan importante como esto. —responde Luann.
—¿A qué te refieres?
—Que es demasiado conveniente. Las mejores amigas siempre están al tanto de los pretendientes de las demás. Es imposible que no sepa que a Robert le gusta Elizabeth y viceversa.
—¿Crees que intente evitar que su relación progrese?
—Es posible... —dice Luann mientras se levanta y prosigue a escabullirse entre los arbustos.
—¿Y a dónde vas ahora?
Luann se detiene.
—¿No es obvio?, voy a entrar en acción. —responde Luann decidido.
—Ho... pensar que Luann, el chico mas reservado del mundo, volvería a hablar con una chica...
—Ha... —suspira Luann. — A veces hay que retroceder dos pasos... —dice antes de desaparecer entre los arbustos.
—... para avanzar uno, ¿eh?
...
Por otra parte, Robert y compañía se dirigían hacia las afueras del parque lentamente mientras charlaban. Y estando a punto de doblar en la esquina para cruzar la pista, se puede divisar como se asoma una figura.
Era Luann quien estaba con su celular. Este giró a ver fijamente a Robert e inició su plan.
—¿Robert? —pregunta Luann.
—¿Luann? —responde Robert.
Ambos cruzan miradas y Luann se acerca con una sonrisa de oreja a oreja como un perro quien ha esperado día y noche para encontrarse con su mejor amigo.
—¿Qué tal, hermano? ¿Cómo te va? —pregunta Luann.
—B-bien, bien. Eh... Qué te trae por aquí?—responde Robert confundido.
—Oh, volvía de mis clases en la academia. Últimamente, he tenido que venir 3 veces por semana.
Y aunque estas son las típicas charlas en donde amigos de toda la vida se ponen al corriente... Isabella parecía que había empezado a sospechar de que algo no andaba bien.
—Uhmm... ¿ustedes son amigos? —pregunta Elizabeth despejando el ambiente incómodo.
—Sip. Nos conocimos en las vacaciones de verano. Yo fui su profesor particular. —responde Luann rápidamente y con seguridad.
—Woah... ¿A tu edad ya estás calificado para enseñar a alumnos de secundaria? —pregunta Elizabeth sorprendida. —Bueno, Robby espero que estés tomando notas, ¿eh? —dice dirigiéndose hacia Robert.
En eso, Isabella los interrumpe.
—Que raro, nunca pensé que llegarías a tener amigos, Luann. Estoy estupefacta. —exclama Isabella irónicamente.
—Pues la verdad ni yo me lo puedo creer. —responde Luann.
—Ni yo. —susurra Nani a lo lejos.
—Haha, sí... por cierto, ellas son Elizabeth e Isabella. Están en nuestro salón. —dice Robert.
—¿Pero cómo crees que no las voy a reconocer? Si son la mejor jugadora de vóley de la escuela y la campeona de debate del año pasado. —dice Luann mirando a Elizabeth e Isabella, dando cumplidos, respectivamente.
En eso, Luann, quien estaba un paso delante de Robert, le da una señal con sus manos.
—¡Ah! Estábamos a punto de ir a comer. No sé si te gustaría unírtenos. —pregunta Robert captándo rápidamente la señal.
—En realidad no creo que... —dice Isabella.
—No seas modesta, Isabella. Mientras más personas haya, más divertido será, ¿no? —le interrumpe Luann recordándole lo mismo que le dijo a Robert.
Ambos se miran fijamente.
—Sí. Sip, tiene razón. —dicen Elizabeth y Robert con la última palabra.
FIN
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Club de Parejas
RomanceDos estudiantes de secundaria deciden crear un club de parejas para ayudar a los alumnos de su escuela con sus crushes. ¿Qué podría salir mal?