REAL LOVE {Yoontae/Taegi}

1. Primeras impresiones

Capítulo 1.

Primeras impresiones.

"Puedes regresar a casa cuando quieras, Taehyung"

La voz de su padre resuena como un eco. Tan clara y profunda como la primera vez que la escucho a través del teléfono en uno de esos tantos días malos como "trainee". La primera vez fue cuando uno de sus primeros amigos Ji-Hu, un muchacho de su edad, nacido en Busan fue cordialmente invitado a que se marchase. Taehyung puede recordar aun las palabras, el "no fuiste suficiente" tatuado en la frente del muchacho de cabellos rojizos y piel pálida. Tae intenta abrazarlo, como le han enseñado en su casa, empieza a llorar, porque también ha aprendido a expresar sus emociones; tal vez siempre ha sido mimado, tal vez siempre ha sido "libre", porque sus padres le han dicho que guardar lo que se siente, o lo que se piensa, es una carga pesada en el corazón y se tiene que soltar, tal como se suelta una golondrina herida que solo se ha adoptado para cuidar. (Otro recuerdo de la infancia de Taehyung). En fin... que el castaño intenta demostrarle a su amigo que lo siente, que lo lamenta por él, pero Ji-Hu lo rechaza quitando el brazo que se ha atrevido a tocar. No mira a Tae, simplemente avanza, con la mirada fija a la nada, una maleta al hombro y los ojos rojos sin derramar una gota de agua.

Esa fue la primera vez que Taehyung vio a alguien ocultar sus emociones de forma tan directa. Fue la primera vez que también alguien rechazo sus abrazos. Esos abrazos que su madre siempre atesoraba, que eran sus favoritos y que abrigaban a su hermana pequeña. También fue la primera vez que llamo a su casa para decirle a su padre que quería regresar.

La vida de un artista siempre es difícil. Taehyung siempre lo supo. Jamás vio en el un potencial artista a pesar de su amor por la música; siempre disciplinado y algo inquieto, empezó a tocar instrumentos de viento, el saxofón para ser exactos, y aunque fue difícil, su tesón, como llama su padre a esa perseverancia marca Kim Taehyung le hizo aprender melodías complejas en un mes. Luego siguió el piano, y siempre pensó que sería un bonito pasatiempo para cuando los amigos vinieran a su hogar en Daegu. Su vida podría ser tranquila, probablemente la vida de un oficinista, probablemente ayudando a su padre en las labores del campo... O tal vez... siendo maestro de música si se atrevía a soñar más. Jamás espero que acompañar a un amigo a una audición le cambiara la vida. Un chico delgado, alto, con el cabello tan corto que estaba pegado a su escalpe, ojos rasgados y nariz redonda, no tenia nada de especial; pero obtuvo una oportunidad, y la tomo como solo Kim Taehyung puede tomar las cosas, con pasión, con entrega, con el maldito tesón que le obliga a ensayar por horas, todos los días, viajando de inmediato a Seúl con una maleta, un beso de su madre y una sonrisa de su padre. El prometió ser bueno, portarse bien, cuidarse y volver con la "victoria" de ser mejor.

Los demás lo han notado. El talento y la pasión que siente el chico de Daegu en los meses que Tae lleva en el "campamento de entrenamiento", un lugar pequeño, repleto de adolescentes como él que sueñan en grande, desordenan en grande y viven con poco. Taehyung jamás se había pasado una comida, su madre era excelente cocinando y siempre le preparaba el mejor kimchi poco picante con arroz frito para celebrar algún logro escolar, que en el expediente del castaño fueron bastantes; así que otro choque cultural fue verse de tener todo, a tener nada...

Y Taehyung solo los veía irse, uno a uno...

"Puedes regresar a casa cuando quieras, Taehyung"

Volvía a escuchar la voz de su padre cada vez que otro marchaba, deseando en muchas ocasiones, ser el desafortunado muchacho que abandonara las instalaciones del estudio, o el cuarto de ensayo.