REAL LOVE {Yoontae/Taegi}

5. Lay me Down

Capítulo 5.

"Lay me Down"

Suga abandona el estudio 4 horas después de haber llegado. Es domingo, son las 10:45 de la noche y está seguro de que la mayoría de los miembros se encuentran descansando.

Es por razones como esta que siempre le llaman un adicto al trabajo. Ni siquiera Namjoon solía seguirle el paso. Es difícil, pero Yoongi se siente afortunado, de realmente poder dedicarse a lo que ama, y aunque sea complicado, no importa que la inspiración llegue hasta las 3 de la mañana. Ha escrito canciones desde los 13 años y es la única cosa que está seguro, desea hacer por el resto de su vida.

Así que cuando sale del estudio se dirige a la cocina. No espera encontrar a nadie. De hecho, apenas si hay una luz tenue sobre la estufa, en la que apenas puede ver a los dos menores de BTS parados uno frente al otro. Jungkook le da la espalda y oculta la mitad del cuerpo de Taehyung. Yoongi ha notado que Tae ha crecido. Es apenas un centímetro más alto que el, pero está seguro de que le superará un par de centímetros más. Su rostro se ha perfilado, y las mejillas infantiles han dejado paso a una mandíbula fuerte. El cabello claro le alcanza a cubrir la mitad de las orejas.

Claramente, el pequeño V había crecido, pero su ser continuaba intacto.

En ese momento intentaba hacer que el menor comiera una banana.

—Anda, Kookie, solo es una banana.

El menor niega y cruza los brazos.

—Tú quieres que me ponga gordo, TaeTae.

—Tonterías, Kookie, estás perfecto.

Jungkook resopla como niño caprichoso sin apartar los brazos cruzados. Debido a la discusión nadie ha notado la presencia de Yoongi acercándose.

— ¿Has visto a los cantantes principales de todas las bandas, Taehyung?

Tae sospecha que esa pregunta es retórica, pero aun así asiente con la cabeza.

—Son perfectos —, confirma el menor—. El cuerpo perfecto, tienen la voz perfecta y bailan perfectamente. Necesito ser perfecto, Tae.

Yoongi escucha un fuerte suspiro salir de la boca del chico de Daegu antes de abrazar fuertemente a Jungkook, y aunque la cara la pega a su cuello, puede escuchar la voz tranquila y profunda de V diciendo:

— ¿Has visto cómo tu cara se ilumina cuando bailas? Naciste para cantar, y todo en ti es como debe de ser, Kookie.

>> Te amo.

Tae se separó para acariciarle el mentón. Yoongi había visto el gesto muchas veces antes, pero en ese momento se sentía mucho más íntimo que solo algo amistoso, como había visto antes previamente en algunas entrevistas.

Yoongi se sentía un intruso en su propia casa, robando un momento intimo que ante los ojos de cualquiera podría exudar ternura, pero que, en él, hacia sonar una alarma en su cabeza.

No entendía el sentimiento.

La necesidad de proteger.

Y aunque Jungkook fuera menor, ¿Por qué seguía creyendo que V era quien necesitaba su ayuda?

"¿Ayuda para qué?".

Eventualmente Tae se fija en Yoongi, saludándolo con una sonrisa.

—Hola Suga, hyung. ¿Quiere jugar? Kookie y yo jugaremos videojuegos.