Capitulo 2

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~Capitulo 2~

¿Y si es una trampa? ¿Y si no estará solo? ¿Y si solos está fingiendo?

Esa y un montón de otras interrogantes pasaron por mi cabeza, antes de perder mi orgullo e ir hasta el vagón 5 como me lo pidió en la carta.

Me encaminé hasta ahí, y al ver su figura apoyada en una cerca metálica, como... Esperándome.

Una sonrisa se formó en mis labios inconscientemente, y fui hasta el.

Al sentir mi presencia se giró y su rostro, su perfecto rostro, se iluminó al verme y leí su pensamiento:

«No me dejaste plantado»

Retuve mis ganas de lanzarme y besarlo, no quería apresurarme, quería que las cosas sucedieran como el tiempo quisiera, no rápido, no lento, al ritmo que deba ir.

—Pensé por un momento que no vendrías, Draco.—Primera vez en 5 años que mencionaba mi nombre, y en su boca se escuchaba tan bien.

—No te mentiré, dudé en venir por un rato. Luego me decidí.—Dije aún sonriendo, no podía creerlo. Estaba hablando civilizadamente con Harry Potter.

—Como te expliqué en la nota, Draco, quiero que hablemos. Acerca de que quieres tu y de lo que quiero yo.— Okey, eso no me lo esperaba.

—¿Co-como de lo que quieres tu, y de lo que quiero yo?—Pregunté perplejo.

—¿Te gusto? ¿Te atraigo? ¿Que sientes por mi realmente?— Pregunto analizando mi expresión como si quisiera leerme, ver a través de mí.

—Digamos, Harry, que me gustas, quiero tener una relación contigo, pero, la pregunta aquí es: ¿Tu sientes lo mismo?— Pregunté copiando su expresión, si él decidía que no quería nada, no insistiría, después de todo siempre hemos Sido enemigos.

—Si siento lo mismo, Draco. Es solo que yo... Soy un amo.

«Dios mío.»

—¿U-un amo?—Pregunté sin ocultar la perplejidad en mi voz.

—Si Draco, un amo. Así como el de la película.—Dijo sonriendo. No podía creerlo, ¿Harry Potter un amo en el sexo?— Creo que debes saber que para ser mi sumiso—

—Para. ¿Como que, tu "Sumiso"?—Dije retador. Aunque por dentro si quisiese serlo. No podía dar muchas señales.

—Si quieres tener una relación conmigo que incluya sexo, debes aceptar las reglas que te pondré, ya que serás mi sumiso.—Dijo sin apartar la sonrisa pícara de su rostro.

—¿Y que reglas son esas?—Pregunté, pensando que está jugando y que simplemente quiere hacerme perder la paciencia.

—Bueno—Dijo sacando una pequeña hoja—, léela y me buscas cuando estés listo para aceptar.—Dijo alcanzandome la hoja.

—Esta bien, analizaré el contenido de esto y te diré que quiero y que no quiero.—Dije tomando la hoja.

—Como quieras, de todas formas tengo que mantenerte a gusto, como buen amo.—Dijo caminando lentamente hacia la puerta.

—Que tengas buena tarde. Adios, Harry—Dije cuando lo ví alejarse.

Así que el amo nunca eh sido yo, sino que solo me hizo pensarlo. Pero ¿Porque hacerme creer que le gusto realmente? Existe la posibilidad de que solo quiera tener sexo conmigo y hacer lo que quiera. Como el es el amo.

—Hola, Draco.—Una voz, dulce. Me sacó de mis pensamientos. Y me heló por un rato, puesto que no esperaba que apareciera de repente.

—Oh, hola, Luna—Dije viéndola con el corazón en la garganta.— Creo que si no quieres matar a nadie, deberías dejar de aparecerte así de la nada. Casi haces que—

—¿De que hablabas con Harry?—Pregunto interrumpiendome, si me escuchó muero.

—¿Escuchaste algo?—Pregunté temiendo que asintiera.

—Algo acerca de un amo, y unas reglas que tenías que aceptar.—Estoy listo para morir.— ¿De que reglas hablaban?—Preguntó curiosa.

«Calmate, Draco, solo es una chica curiosa, que ¡Se está metiendo en lo que no lo importa!»

—No es algo de tu incumbencia, Luna, Así que por favor deja de meterte dónde no te llaman.—Dije para pasarle por un lado, y salir de ahí.

No hay derecho de juzgar, nunca he tenido paciencia.

Me encaminé por los pasillos en busca de un compartimento vacío, pero era todo un tormento. Todos estaban llenos, todos tenían más de 4 personas.

Hasta que ví uno que aparentemente estaba solo, pero unas voces me dieron a entender lo contrario.

—¿Va a aceptar? ¿Será mi sumiso? ¿Si quiere serlo? ¿Le gusto realmente?—Y mil susurros así, seguía diciendo la persona que aparentemente era Harry.

—Ejem.—Me soné la garganta, para hacer saber que mi presencia estaba ahí. Y lance las manos al aire para ver qué había ahí. Sabía que Harry tenía una capa de invisibilidad, una reliquia de la muerte.—¿Harry? ¿Eres tú?

Silencio.

¿Porque se calla? Lancé las menos al aire una segúnda vez y toque una tela, suave, aterciopelada.

Hale y ahí estaba, el niño que vivió, de espaldas a mi.

Volteo y me miró, sus ojos como esmeraldas adquirieron un brillo que no le había visto ni cuando hablaba con la hermana del zanahoria.

—¿Leiste la hoja?— Fué lo que salió de su boca y por dentro me dejó sorprendido.

—Aún no. Estaba buscando un compartimento vacío para poder hacerlo.

—Bueno, me voy.—Dijo y se fue lentamente, muy lentamente hacia la puerta corrediza.

Cuando salió pude respirar con normalidad. ¿Que esperaba que lo detuviera? Disculpe, Señor Potter, eso sucede en los libros de romance.

Me senté un rato en un asiento del compartimento y esperé, analice lo que iba a hacer y saque la hoja del bolsillo de mi pantalón.

Estaba dispuesto a leerla, hasta que sonó la alarma del tren, para cambiarse porque ya íbamos a llegar, y me fui hasta los vestidores de chicos. Ahí probablemente estaría Harry, pero no me importaba.

No me había dado cuenta que estaba más cerca de los vestidores, que cualquiera. Llegué y automáticamente me fui hasta donde estaba mi ropa. Cuando llegue hasta mi maleta escuché unos sonidos extraños que al principio no distinguí.

Y me fuí a ver que sucedía. Eran gemidos, masculinos, ¿Pero de quién?

Me fui hasta el final de los casilleros y ahí estaba el zanahoria.

Sorprendido en extremo me fuí a ver qué más conseguía. Y llegué a no estar tan lejos.

—Oh, si, así. Blaise...—Dijo Ron entre jadeos.

Yo estaba en shock. ¿Blaise, con el zanahoria? No puede ser.

Busqué un mejor ángulo, para ver mejor la escena.

Estaban teniendo sexo, oral. Blaise, el chico más "rudo" del mundo lamiendole, y chupándole la polla, a otro chico. Eso no me lo esperaba la verdad.

—¿Bonita vista Draco?— Cuando escuché esa voz todo en mi se removió y me sentí avergonzado, por encontrarme viendo esa escena.

Pero al voltearme todo fue peor. Ahí estaba, en las fachas que jamás me imaginé verlo.

Nadie se enterará de esto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora