❝Choi BeomGyu está ingresado en uno de los mejores hospitales de la ciudad de Seúl, su mejor amiga, Kang ChanMi va a visitarlo, cuando se da cuenta de la situación del compañero de cuarto de su mejor amigo.
Intrigada, Kang ChanMi descubre lo que le...
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El timbre sonó anunciando el final de las clases. El profesor Lim se despidió de sus alumnos como de costumbre y salió rápidamente del aula mientras que los alumnos empezaban a recoger sus cosas para irse a su casa y así poder descansar durante el fin de semana.
Vi a SooJin entrar en mi clase con un paquete en sus manos. —Minnie. —Me llamó algo nerviosa.
—Dime Jinnie. —Me levanté para cerrar bien mi mochila y colgarla sobre uno de mis hombros.
—Mañana irás a ver a BeomGyu, ¿Cierto? —Me preguntó la chica rubia, con un leve sonrojo adornando sus mejillas. —¿Te importaría darle esto? —Me extendió el paquete.
—Sí, claro. —Lo acepte con una sonrisa, aún que estaba algo confusa.
¿SooJin regalándole algo a BeomGyu? A no ser que fuera su cumpleaños o Navidad, SooJin nunca le regalaría algo a BeomGyu.
—N-no quiero que pienses que me gusta BeomGyu o algo por el estilo... —SooJin cada vez estaba más roja.
¿SooJin enamorada de BeomGyu? Eso si que era surrealista.
—SooJin no tienes porqué darme explicaciones. —Solté una pequeña risa mientras dejaba mi mochila sobre la mesa nuevamente para volver a abrirla y así guardar el regalo de SooJin. —Pero pensé que quien te gustaba era Lu Han, el chico que vino de intercambio de China en octubre.
SooJin estampó sus manos contra la mesa de al lado, lo que hizo que me asustara un poco por el fuerte sonido. —No estoy enamorada de BeomGyu —Soltó de manera tajante.
—SooJin de verda...
—¡Es de parte de TaeHyun!
Me quede estática en mi sitio mirando fijamente a mi mejor amiga. Parpadee un par de veces de manera inconsciente hasta que entre en sí. —¿TaeHyun? ¿Cómo que TaeHyun? —Pregunté totalmente confusa. No entendía nada. —¿Mi TaeHyun?
—Sí... Él... —Mi mejor amiga aparto la mirada. —Me lo pidió durante el descanso... —Ahora SooJin estaba igual de roja que un extintor.
—¿Estás segura de que se trataba de Kang TaeHyun? ¿Mi primo?
—ChanMi somos amigas desde hace unos 6 años, —El sonrojo de la cara de SooJin desapareció y puso sus manos en su cintura mientras levantaba una ceja. —te puedo asegurar que sé reconocer al guapo de tu primo.
[...]
—¡Kang Terry! —Mi voz resonó por todo el polideportivo del instituto.
Y lógicamente, todos se giraron a mirarme.
—¡Kang, te buscan! —Gritó un chico al abrir levemente la puerta de los vestuarios.
Si no estoy mal creo que se trataba de Kai, el mejor amigo de TaeHyun.
—¡Ahora voy!
—¿Qué te trae por aquí? Mi queridísima ChanMi. —Me preguntó Sunoo con una sonrisa arrogante.
Misteriosamente Sunoo era el nuevo capital del equipo de fútbol desde hacía unos meses.
—Nada que te importe Kim, —Me cruce de brazos mientras resoplaba. —solo estoy buscando a Terry.
Todos en el equipo conocían a TaeHyun como Terry.
Kim Sunoo empezó a jugar con uno de los mechones de mi pelo.
«Como se acerque de más le golpearé» Pensé.
—No deberías ser tan maleducada, ChanMi. —Soltó una pequeña risa. —Quizás debería de educarte yo mismo... —Murmuró en mi oído. Estaba lista para levantar mi puño. —En mi cam...
—¡Sunoo! —La voz de TaeHyun resonó fuertemente. —Deja de molestar a mi prima.
Sunoo estuvo algunos segundos en silencio, como si dudará sobre lo que iba a decir. —Está bien Terry. Ya nos veremos ChanMi. —El chico de despidió con la mano, antes de volver a los entrenamientos del equipo.
—Vamos fuera mejor. —TaeHyun paso su brazo por encima de mis hombros hasta que salimos del polideportivo. —¿Sunoo te ha dicho algo ofensivo? ¿Tengo que golpearlo?
—Nada que no me haya dicho ya.
Estaba acostumbrada a los comentarios ofensivos de Sunoo desde el último año de secundaria. Fue en esa época cuando cambio durante el verano de nuestro penúltimo al último año de secundaria. A partir de ahí comenzó a soltar todo tipo de comentarios ofensivos y sexuales y no sólo hacia mí. También se los comenzó a decir a SooJin y tiempo después a Konon, cuando ésta llegó de intercambio a principios de este curso.
—Hablaré con él.
Yo negué con la cabeza. Sería inútil. —Olvídate del idiota de Kim Sunoo. Venía a hablarte de BeomGyu.
—¿D-De BeomGyu? —La voz de TaeHyun sonó nerviosa de repente. —¿Está bien? ¿Le ha pasado algo? —La punta de las orejas de TaeHyun se comenzaron a poner rojas.
«Te he pillado Kang TaeHyun.»
Mi primo se pasó la mano por la nuca. —Me dijiste que la operación salió bien.
—Tyunnie... —Parpadee seguidamente un par de veces mientras sonreía. —¿Hay algo que no le has contado a tu prima favorita?
—No tengo más primas. —TaeHyun soltó una risa nerviosa.
Si pensaba que con esa broma conseguiría cambiar de tema, estaba muy equivocado.
—Tyun, ¿Te gusta Beom?
TaeHyun se sonrojo y agachó la mirada para intentar ocultarlo.
—Es bastante posible... —Soltó en un pequeño susurro. —¡Pero no se lo digas a nadie! Como lo sepan en el equipo de fútbol son capaces de echarme y meterse conmigo. Ya conoces a Kim Sunoo y la facilidad que tiene para manipularlo todo.
Me acerque a TaeHyun y le abrace fuertemente. Después de todos los acontecimientos que estaban pasando en los últimos meses y de los cuales me sentía responsable, en estos momentos lo único que necesitaba TaeHyun era apoyo.
—No se lo diré a nadie. —Susurré. —Tu secreto está a salvo conmigo, ardillita.
TaeHyun rio al oír aquel apodo y me abrazó fuertemente.
—Gracias. —Murmuró. —Eres la mejor prima del mundo.
Yo reí ante ello y dije; —No tienes más primas. Pero sí, ya sé que soy la mejor.
(-)
—En realidad son adorables. Ojalá yo también me llevara así con mi prima mayor, ¿No crees Kim? —Dijo un chico, quien estaba con Kim Sunoo, ambos apoyados en la puerta del polideportivo viendo aquella escena familiar.
—Cierra la boca JungWon. —Dijo Kim Sunoo claramente enfadado después de mirar un mensaje en su móvil.
—¿Ha vuelto a enviarte mensajes? —Pregunto JungWon mientras intentaba mirar la pantalla del móvil del mayor.
—Te dije que te callaras, Yang. —Sunoo apretó el móvil entre sus manos.
—Solo me preocupo por ti, Sunoo. —Dijo JungWon con los brazos cruzados mientras fruncia el ceño. —Pero no te preocupes, no volveré a hacerlo.
