❝Choi BeomGyu está ingresado en uno de los mejores hospitales de la ciudad de Seúl, su mejor amiga, Kang ChanMi va a visitarlo, cuando se da cuenta de la situación del compañero de cuarto de su mejor amigo.
Intrigada, Kang ChanMi descubre lo que le...
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—Puede que Choi BeomGyu me ponga de los nervios durante mis clases, pero me alegro mucho de que se esté recuperando. —Dijo la profesora Jeon mientras terminaba de recoger sus cosas. —La verdad es que siento que mis clases serían muy aburridas sin sus preguntas sin sentido.
—A mí me gustan mucho sus clases, profesora Jeon. —Dije intentando hacer sentir mejor a mi profesora favorita.
—No intentes hacerme la pelota Kang, no te funcionara. —Dijo intentando parecer seria. —Pero ya sé que soy tu favorita. —Sentenció riendo mientras agitaba su melena. —Entonces, ¿Dices que ese chico tuvo un espasmo después de casi un año en coma?
—Así es. Me asusté muchísimo, fue como una película de terror.
—En ese caso, os aconsejo que hagáis más contacto físico y verbal con él. —Ambas salimos del aula. —Así su cerebro recibirá más estímulos y puede que despierte pronto.
La profesora Jeon me siguió dando consejos y cosas que podía hacer para intentar que Lee HeeSeung despertará. De repente se frenó y miró hacia el final del pasillo el cual ya se encontraba vacío, excepto por nosotras y...
—Kim Sunoo, que sorpresa verte aquí y no en mi clase, para variar.
Sunoo estaba casi al final del pasillo, por un momento sentí cierto miedo, ya que ese pasillo estaba al lado de la entrada principal. Lo que significaba que estaba ahí esperando a que alguien pasará, porque su taquilla estaba en otro pasillo.
—Lo siento profesora Jeon, no volverá a pasar. —Sunoo hizo una reverencia y se fue, no sin antes mirarme de reojo.
Conocía perfectamente a Kim Sunoo, esa mirada solo podía significar una cosa. Estaba esperando a que apareciera sola por el pasillo, seguramente para terminar la conversación de hace 2 semanas.
Oí como la profesora Jeon murmuró para sí misma: —¿En qué momento cambió tanto? —La profesora Jeon suspiró antes de seguir con nuestra conversación. —Bueno, como te decía. Tampoco es que sea una experta en el tema, así que el lunes te traeré uno de mis libros de la carrera donde lo explica todo detalladamente.
—Muchísimas gracias, profesora Jeon. Que tenga un buen fin de semana.
—Igualmente Kang.
[...]
—¡BeomGyu para! —Me quejé. —Vas a destrozarme la mano.
¡Me iba a dejar sin mano! Y la necesito si quiero ser cirujana y aún más importante ¡Para comer!
—Estoy nervioso ¿vale? ¿Y si no les agrado? ¿Y si se arrepienten y se vuelven locos o algo e intentan arrancarme el riñón con las manos?
—Por dios, Choi. —Le di una pequeña colleja en la nuca. —No va a pasar nada de eso, son todo paranoias tuyas.
