☼︎𝙲𝚊𝚛𝚒𝚗̃𝚘, 𝚝𝚎 𝚊𝚖𝚘☼︎ [ 𝙱𝚛𝚞𝚗𝚘 𝚡 𝙲𝚊𝚖𝚒𝚕𝚘 ]

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- ¿Y? - Camilo estaba estupefacto mientras Mirabel miraba triunfante al ya mencionado, creyendo haber acertado con sus dudas. - ¿Te gusta o no?

- No sé de qué estás hablando, Mirabel. -Intentó negarlo al salir del trance. - No es posible, un poco más y me triplica la edad, sin contar que es mi tío. No es posible que pueda sentir algo así.

- ¿Seguro?

- Seguro.

- ¿Segurísisimo? ¿Verdad? Por que hay una señora que me está pidiendo que le arreglé una cita con el tío Bruno, y me gustaría saber si debo aceptar ayudarla o no.

- Haz lo que quieras, Mirabel... ¿Cómo es que aceptarías tan bien una relación entre mí tío y yo en primer lugar? - Sintió su corazón encogerse con el comentario dicho por su prima sobre la cita que planeaba formar.

- Eres mi primo Camilo, quiero verte ser feliz después de todo. He notado que miras a Bruno, así como Dolores mira a Mariano. - Camilo se tensó ¿Era tan obvio? - No es algo tan obvio, es solo que yo soy algo quisquillosa con los detalles. Aunque preferiría que me digas las cosas directamente... - Balbuceo cansada, luego suspiró.

- No es fácil, ni siquiera yo quiero estar seguro de lo que probablemente pueda sentir. Traería muchos problemas a la familia si algo que no debería suceder, sucede.

- No lo creo Camilo, osea si un par de huracanes por aquí y por allá, pero creo que al final las cosas pueden arreglarse. - Pensativa, intentó darse una idea de las alternativas de lo que podría pasar, desde el peor hasta el mejor de los casos. - Yo le apuesto al amor.

- Pero en todo caso, si realmente me esta empezando a gustar, no significa que él sienta lo mismo, Mirabel. Para él soy simplemente su sobrino, nada más. - Dio un largo suspiro, pensar sobre todo este problema, era agotador, además de algo asfixiante.

- Hmm... - Ella tenía ligeras sospechas, pero el tío Bruno es igual de meticuloso que ella con los detalles. Vaya que si sabía mantenerse más a raya si es que se sentía atraído por su sobrino; sólo había notado un par de miradas de él hacia Camilo, miradas que se podrían interpretar de manera fraternal. Lo único que le daba ciertas dudas, eran los excesivos y constantes halagos sobre su persona. Que claro le subían el ego a Camilo. - Tienes razón, perdón por presionarte.

Mirabel empezó a bostezar, así que se desearon las buenas noches y está se dirigió a su habitación para descansar.

Abatido, Camilo se dejó caer en su cama.

- ¿Qué diablos debería hacer? -Se dijo para sí mismo.

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Ya en la mañana, Mirabel había empezado a levantar a todos mientras tarareaba su canción habitual.

Así hasta llegar a la puerta de Bruno.

- ¡Tío! ¡Baja para desayunar! -No obtuvo ninguna respuesta. "Probablemente siga durmiendo, según me dijeron suele tener el sueño bastante pesado, cosas de la edad" soltó un suspiro y se dirigió hacia el comedor.

Ya todos estaban con sus platos agarrando porciones de la comida de Julieta; Camilo como siempre, agarrando todo lo que podía; la comida de su tía era totalmente deliciosa y le ayudaba a endulzar sus días. Ya todos sentados empezaron a comer y a charlar.