°•Breves Historias Al Caer La Noche•°

Tic Tac

Albert Einstein dijo que el tiempo es relativo, ¿que harías si el tiempo se detuviera solo por subir una inocente escalera en el bosque?

Sofia era una niña de 8 años dulce e inocente, todas las tardes salía al bosque en busca de flores y hojas que a ella le gustaba guardar en una pequeña caja celeste. Una tarde sofia salió al bosque en busca de más "tesoros" para su caja, mientras ella caminaba por el mismo sendero que siempre tomaba un pequeño conejo apareció por detrás de un árbol, Sofia, fascinada por la belleza de aquel animalito pequeño, salió corriendo en busca de él saliendose así del sendero, mientras corría detrás del conejo no se percato de lo mucho que se había alejado del sendero y de su casa, entrando así a lo más profundo del bosque, Sofia corrió, corrió y corrió, y entonces se detuvo... 

Delante de ella había una escalera en medio de los árboles, esta escalinata no llegaba a ningún lugar, sólo hacía arriba. El conejo salió saltando lejos de esa escalera, como si algo lo asustara, pero Sofia, por el contrario, fue directo hacia ella observándola imnotizada por aquella misteriosa escalinata en medio del bosque, comenzó a subir los escalones contandolos uno por uno.

-1 escalón, 2 escalones, 3 escalones-

Y así sucesivamente hasta llegar al final, el escalón número 50, Sofia volteó mirando hacia abajo, de repente una densa niebla apareció bloqueando su vista, y luego un fuerte viento se levantó de la nada provocando que Sofia estuviera cerca de perder el control y caer, pero pudo mantenerse en aquel escalón alto, luego un fuerte ruido sono en todo el bosque, como un fuerte crujido, ella se asusto y bajo rápido las escaleras, corrió perdida entre la niebla sin saber a donde ir, de repente tropezó y cayo justo en el sendero por el que debía regresar, Sofia pudo ver su casa desde ahí y corrió hacia ella muy alegré, feliz porqué volveria a ver a sus padres y los abrazaría muy fuerte...
Sofia llegó al pórtico de su casa gritando

-¡Mamá! ¡Mamá!-

La niña tocó la puerta y se sorprendió al ver que quien le abrió no fue su madre sino una anciana arrugada que parecia muy sorprendida de verla, Sofia no podía entender que era lo que pasaba, hasta que la anciana se agachó y la tomó entre sus brazos apretando los hombros de la niña y dijo con voz quebrada.

-¿Sofia? ¿Mi niña eres tu?-

Sofia estuvo apunto de salir corriendo, pero entonces vio mejor la cara de la anciana y pudo reconocer por debajo de esas arrugas de quien se trataba, Sofia tocó su rostro y lo acarició diciendo, con lágrimas lágrimas en los ojos.

-¿Mamá?-

La anciana confundida no podía creer lo que veían sus ojos, pero abrazo con amor a aquella niña quien tenía un enorme parecido con su pequeña hija que había desaparecido una tarde hace 50 años atras...