Capitulo 1

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Llego a la universidad con una sola meta e la mente, sacar adelante a su familia.
Sus padres no habían hecho otra cosa que trabajar para sacarla adelante ella y su hermanita, así que ella se pondría las pilas y aprovecharía la oportunidad de estudiar.

Sólo con un cuaderno de notas y su bolso de mano entro al aula, estaba entusiasmada pero también muy nerviosa.
Su primer clase, Derecho Constitucional General, si suena aburrido pero para ella no lo era tanto, le gustaba estudiar las leyes, así que su carrera sería Derecho Penal con especialidad en asuntos de migración.

Y así fue cuando la vi entrar, sin mirar a nadie tomo asiento en la primera fila del salón que más bien era un pequeño auditorio como para unas cien personas.

Coloco su libreta de notas el la butaca y poso su vista en el pizarrón blanco que estaba al frente.

Un hombre cincuentón entro con una sonrisa en el rostro y se presentó.
- Buenos días jóvenes, mi nombre es Dilan Thompson, bienvenidos a la carrera de Derecho, espero que nadie se haya equivocado de carrera, y espero que estos mismos rostros que veo ahora, sean los mismos que vea en la graduación.

El profesor siguió hablando, yo tenía puestos los ojos en ese cabello negro que tenía tres filas delante de mi, ya estaba planeando como fastidiar a esa latina.

- Bien vamos a empezar con algo muy fácil- hablo de nuevo el profesor- Quien puede decirme cual es la primera enmienda de nuestra Constitución?- pregunto y varios levantaron la mano- Bien señorita, díganos su nombre y la primera enmienda.

- Mi nombre es Fernanda Briones, y la primera enmi.......- si soy un patán por que no la deje terminar y aproveche su acento para burlarme de ella.

- Vaya, vaya, una mexicana, bienvenida espalda mojada- todos comenzaron a reírse de mi estupidez menos el compañero que estaba al lado de ella que la miro con lástima.

- Cual es su nombre?- me pregunto el profesor.

- Ian McLaren- dije orgulloso de mi apellido, todos sabían quien era yo, el hijo del senador republicano Jeff McLaren.

- Bien señor McLaren, absténgase de hacer comentarios de ese tipo a su compañera o cualquiera de ellos- dijo señalando a los demás chicos- o me veré forzado a pedirle que salga de mi clase.

La chica ya no contesto la pregunta del profesor, ya que el la dijo sin volver a preguntar, por el movimiento de sus manos supe que se estaba limpiando sus lágrimas.

Si ese soy yo el patán más patán del la historia, como ya saben mi padre es senador de los Estados Unidos de América, y si, está en contra de los ilegales, lucha por evitar una reforma migratoria, y si supieran por que, no lo creerían, pero eso se los contare más adelante.

Como todos los años el primer día no fue la gran cosa, sólo presentaciones por parte de los profesores y su modo de calificar el semestre, ¡aburrido!.

Al término de las clases estaba en el estacionamiento con John, mi mejor amigo, al que conozco prácticamente desde que nací, es mi vecino y sabe mi gran secreto.

Quiero que sepan como soy, mido 1.90m, cabello castaño claro, ojos azules, mi cuerpo no está bien marcado pero me defiendo, me gusta el ejercicio, si lo sé, no soy perfecto, soló tengo un vicio, el cigarro.

Me fumaba un cigarro recargado de mi auto un Audi del año, regalo de mi padre por entrar a la universidad, cuando la vi por primera vez de frente.

Caminaba buscando algo en su bolso, la mire detenidamente mientras le daba una calada a mi cigarro.
Era alta como 1.70 m, su piel era clara, no tan blanca como una americano, su pelo era largo y negro con una diadema que evitaba que se fuera a su rostro, su cuerpo no era como de una modelo pero lo tenía bonito, y cuando levantó la mirada pude notar que sus ojos eran de un verde intenso, lo cual con el tono de piel y el color del cabello lucían mucho más.

MEXICANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora