Capítulo 1

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Ambos azabaches salieron del bosque y emprendieron camino hacia el castillo del reino, con el propósito de encontrar a Madara ahí. Pero cuando estaban a mitad del camino el hechicero se detuvo y empezó a murmurar cosas inaudibles, acción que no paso desapercibida por el semihombre.

—¿Pasa algo?— cuestiono el ex-rey haciendo que el hechicero dejara de murmurar y lo mirara fijamente.

—No podemos dejar que nadie en el reino te vea —declaró el hechicero mientras se acercaba al semihombre.

—¿Porque?— cuestionó el ex-rey un tanto confundido por las palabras del hechicero.

—Haber piénsalo, si las personas te llegan a ver así —dijo mientras señalaba su cuerpo —¿que crees que te harán?

El ex-rey se sobo el sien un tanto frustrado, sino era una cosa era la otra.

—¡Pero tranquilo!, tengo un plan de respaldo  comentó el hechicero con orgullo.

—A ver; ¿cual es tu plan?—cuestionó el ex-rey un tanto interesado.

El hechicero le quito su tubico de un tirón, dejándolo sumamente sorprendido. Intento quitársela, pero el hechicero fue más rápido y termino lanzandola.

— Ya no necesitaremos eso, así que no pienses en ponertela de nuevo — dijo el hechicero al ver las claras intenciones del semi-hombre de recoger aquella túnica, la cual no se encontraba muy lejos de donde estaban.

Después de decir eso, él se quito su capa y se la extendió al semi-hombre, dejando aún más confundido al otro pelinegro.

—Ponte mi capa— ordenó el hechicero

—No tengo frío— soltó con algo de fastidio 

—No es porque tengas frío, te cubriremos con esto— dijo el hechicero.

— ¿Para eso me quitaste mi túnica? ¿Tu plan era cubrirme con tu capa, brujo? — cuestionó el otro pelinegro mientras arqueaba una ceja.

— ¡Ya te dije que soy un hechicero! — exclamó el hechicero sumamente molesto.

— ¿Y cual es la diferencia? — pregunto con burla el semi-hombre.

— ¡Eres un!... Escucha, no quiero discutir contigo, solo ponte la capa si quieres que te ayude a recuperar tu reino ¿entiendes? — dijo el hechicero mientras le extendía la nuevamente la capa al ex-rey 

— ¿Y de que me servirá ponerme tu capa? —el de ojos glaciales no estaba muy cómodo con la petición del hechicero.

— Tu solo confía en mi, puede que sea raro esta petición pero te juro que no es ninguna trampa —le aseguro el hechicero.

El semi-hombre quiso seguir negándose ante la petición, pero al escuchar la sinceridad del hechicero acepto a regañadientes. El hechicero sonrió victorioso y le coloco la capa al semi-hombre, eso puso un tanto incómodo al de ojos glaciales, pero se mantuvo callado.

Una vez termino de colocarle la capa, continuaron con su camino.

Una vez termino de colocarle la capa, continuaron con su camino

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El rey del Hielo || CharaMenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora