La Princesa del Mal~ una historia sobre una tierna Demonio

V4~Capítulo 12: Convertirse en un ídolo, Parte 1

“…Q-qué, está temblando ahora……”

Alfio, sintiendo los leves temblores, levantó la cabeza.

Estaban en la bóveda del tesoro del Castillo del Rey Demonio. 
El [Héroe], ese [Autoproclamado Hombre de Valor] que había llegado tan lejos había sido derrotado en la batalla, y estaba en el lugar donde los Demonios guardaban armas que no podían ser usadas.

Entonces, podría haber sido más exacto decir que era un [Almacén] en lugar de la bóveda del tesoro.

“Oye… Al. Me pregunto si podemos usar estas armas que poseen los Demonios...”

“…… ¿Eh?”

Mirando la hermosa espada mágica que había sido adornada con un símbolo sagrado, la espadachina Cheria murmuró al Héroe Alfio mientras buscaba en el cofre del tesoro.

Alfio, que no esperaba tal cosa, dejó escapar un sonido poco digno, pero lo pasó por alto con fluidez... poniendo una sonrisa algo rígida en su rostro.

“E-es natural que el Héroe recoja nuevos equipos en el escondite del Rey Demonio. Esto es por el bien del mundo”.

El héroe de Shiguresu, Alfio y sus compañeros, que habían sido, al igual que la [Plantilla], 
atacados de forma preventiva por los mercenarios de Kolkopo antes de que les dieran la vuelta, habían sido protestados por el cobarde señor feudal y habían sido perseguido por la policía militar todo el camino mientras se dirigían al territorio del Rey Demonio para derrotar al Rey Demonio.

No se encontraron con demasiados problemas en el camino al Castillo del Rey Demonio.

Habían considerado que se encontrarían con el Ejército del Rey Demonio, pero tal cosa nunca sucedió.

Incluso en las aldeas de Demonio, siempre que mostrara un poco de [Fuerza] sin subyugarlos, podía recibir comida, e incluso los raros encuentros con el Ejército del Rey Demonio eran de pequeñas unidades que tenían comida y eran fácilmente derrotadas. .

El problema era el hecho de que la brigada femenina se había estado quejando de no tener un lugar donde quedarse, porque Alfio rechazó todas las aldeas Demonio.

Incluso mientras avanzaban hacia la Capital del Rey Demonio, no encontraron Demonios fuertes. Por el contrario, los Demonios que encontraron en el camino hacia el Castillo del Rey Demonio eran débiles, y le dolía el corazón derribar al anciano que apenas estaba de pie, incluso cuando Alfio derribó a los Demonios que empuñaban armas sin piedad.

Es por eso que cuando se sorprendieron cuando ellos, que habían llegado al Castillo del Rey Demonio sin luchar contra un solo Demonio fuerte, sufrieron una aplastante derrota bajo el gran guerrero que custodiaba las puertas.

Juzgando a ese soldado como un
[Jefe de Evento], Alfio corrió por su vida, y guiando a sus compañeros en un llamado
[Truco Sucio], saltaron la pared y entraron por la puerta trasera.

Si derrotaron al jefe del evento, definitivamente obtendrías un equipo fuerte. Así que pensó que si primero ponía sus manos en ese equipo con [Mejoras], sería capaz de derrotar a ese guerrero fácilmente.

Para Alfio, que tenía la memoria de un mundo anterior y que leía tantas novelas sobre la transmigración, era importante y demasiado natural que usara cualquier medio para privar al enemigo de sus habilidades y tomar su equipo.

Incluso cuando él mismo los había provocado, Alfio hizo justicia a sus oponentes en el momento en que lo insultaron y sacaron sus armas, ya que robarles su equipo y dinero debería haber sido permitido.