Tintas en Primavera - Soukoku - Finalizada

Flores

Dazai no mantuvo más contacto con Chuuya luego de la sesión. La cicatrización había ido bien y gracias a las indicaciones de Chuuya, no había tenido problemas los días posteriores al tatuaje. Tal vez la comezón fuese algo molesta, pero Dazai había lidiado años con esa desesperante sensación en su brazo cuando sus propias cicatrices iban sanando. El clima aún fresco también ayudó a que no fuese un proceso tan insufrible.

No fue necesario visitar a Chuuya nuevamente. Además, en caso de cualquier otra duda con respecto al tatuaje, siempre estaba Akutagawa cerca.

Dazai siguió planeando sus futuras clases y continuó cenando o almorzando junto a Akutagawa y Nakajima, y de vez en cuando, dándoles un empujón explicándoles cosas que no entendían de otras asignaturas.

—Dazai-san, tu tatuaje ya está cicatrizado ¿no es así? —preguntó Atsushi mientras almorzaban en el apartamento del profesor.

—Estás en lo correcto, Atsushi-kun.

El joven de cabello platinado destacaba por su honestidad y amabilidad, sin embargo, eso no le quitaba lo curioso que podía llegar a ser y lo directo que era a la hora de preguntar algo que le inquietaba el corazón.

Dazai supo enseguida que se avecinaba una pregunta interesante.

Ryounosuke se mantuvo comiendo en silencio y calma.

—¿Te gustó... el trabajo de Chuuya-san? —preguntó Atsushi con cierta cautela; luego de enterarse a grandes rasgos sobre la relación entre ambos mayores, se sentía algo incómodo nombrar a Chuuya frente a Dazai y viceversa.

Dazai lo miró fijamente y frenó sus acciones; ciertamente, era una pregunta interesante.

Soltó una pequeña risa y bajó los palillos con los cuales estaba comiendo.

—Por supuesto que me gustó —respondió con una sonrisa tranquila—. ¿Por qué no sería así?

Atsushi guardó silencio por algunos segundos. Como si temiera invadir la privacidad de Dazai o arruinar el ambiente con su siguiente pregunta.

—¿Puedo preguntar por qué lo cubres con vendajes entonces?

Akutagawa dirigió su mirada al mayor de los tres, esperando la respuesta que este último daría. Como si también se hubiese estado haciendo esa misma pregunta durante días.

Dazai había borrado su sonrisa por unos segundos para luego volver a curvar sus labios suavemente.

—Eso... es un secreto.

Aunque más que un secreto, la razón detrás de esa acción era algo muy personal para Dazai.

"Porque Chuuya lo hizo para mí. Y lamentablemente, soy una persona muy egoísta" era la respuesta que pudo haber dado. Pero no creyó prudente seguir envolviendo a Atsushi y a Ryounosuke en sus confusas, caóticas, y honestas emociones. Tal vez, incluso, podría causar una mala impresión.

Atsushi bajó la mirada y simplemente asintió ante la respuesta, murmurando un comprensivo "entiendo".

Luego de eso, los tres continuaron comiendo y cambiaron de tema con facilidad y sin incomodidad.

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Cuando volvió a cruzarse con Chuuya en las calles de la ciudad, el invierno estaba acabando y la primavera se acercaba poco a poco, dejando los crudos y fríos días de nieve atrás.