Capitulo 1

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- ¡Dejenlo! - Gritó el menor, deteniendo la pelea que habia a su alrededor. - ¡La violencia no es la solución!

- ¡Tu no te metas niño! El se lo buscó.

En un parque, tres jovenes de buenas vestimentas parecian aprovecharse de un joven totalmente lleno de barro y de prendas sucias, casi como un mendigo.

Wei Ying notó la situación y no lo pensó dos veces para entrometerce.

- ¿Qué les hizo el? -Preguntó confundido. - ¡Esta indefenso!

- Trato de robarnos nuestros dulces.

- ¿Solo quiere dulces? ¡Qué egoistas! No hace daño compartir.

Apartó a los tres niños y se hizo al frente del menor hérido, dandole de su bolsillo un dulce.

- Mi madre me lo dio, pero deseo obsequiartelo.

El joven no dijo nada, estaba temblando y lagrimas descendian por su rostro. Tenia miedo y Wei Ying lo percibió.

- Será mejor que se alejen de él, no desea tener que observar sus pequeñas caras sucias.

- ¡Tú! -Intento acercarse para golpearlo, pero sus amigos lo detuvieron. Dandole un aviso.

"Es el hijo de esa señora Cangse, ella estudio con una bruja y no querrás meterte con él." -Susurró.

El lider de los tres pareció entender el mensaje y huyeron de prisa, dejando a los dos menores en paz.

Wei Ying - Finalmente se fueron. ¿Ahora quieres el dulce? No te preocupes, no tiene nada malo.

- Si..

Lo sostuvo entre sus manos y casi como muerto de hambre lo devoró.

Wei Ying - Veo que no comes desde hace mucho, puedes venir a mi casa a comer. ¡Mamá cocina perfecto!

- ¿Wei Ying?

Una suave voz se acercaba hacia ambos, sonriendo.

- ¡Mamá! - Corrió hacia ella, saltando a sus brazos para abrazarla como nunca. - ¡Te extrañe!

Cangse - Y yo a ti mi pequeño conejo. ¿A donde te metiste? Tu padre debe estar preocupado. ¿Nuevamente volviste a escaparte de sus manos?

Wei Ying - Perdón...

Cangse - Ese es mi hijo. - Dejó un gran beso en su mejilla. -

Wei Ying se río un poco para luego mirar al suelo - Mamá, mira a ese niño.

Cangse - ¡Estás herido! - Bajo a Wei Ying de sus brazos y acudio al menor cabizbajo. - ¿Quién te hizo esto?

Wei Ying respondió por el - Unos niños se aprovecharon, eran unos egoistas sin consideración. ¡El solo queria un dulce!

Cangse sostuvo al niño con cuidado y limpio un poco de la tierra que manchaba la cara con las mangas de sus túnicas. Le importaba poco ensuciar sus prendas.

Cangse - Esos niños...

Wei Ying - Madre, ¿por qué hay gente que hace daño a las personas buenas?

Cangse - Por que asi es la cruel humanidad, solo pocos conocen la verdadera bondad. - Se agachó a la altura de su hijo y beso su frente. - Y por eso necesitamos niños como tú, siempre alegres y dispuestos a luchar por lo que es justo.

Wei Ying - ¡Igual que tú y papá!

Cangse - Hahaha así es. Ahora debemos ir a casa, tu nuevo amigo necesita un buen baño y alimento.

Mi PatriarcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora