☆"Verano de 1985, adolescentes salían de sus casas para poder disfrutar el último verano en la preparatoria.
Cines llenos, ir a gastar un poco de tus ahorros en los arcades con alguno que o otro videojuego, visitar a sus chicas y chicos, ir a ferias...
-Aquellos momentos fueron los mejores de mi vida. Volviendo al verano del '69. -Bryan Adams
Finn El sol de la enorme ventana deslumbraba por toda nuestra habitación, los rayos que traspasaban se difuminaban por toda nuestra cara pecosa haciendo que esto me despertara solamente a mi. Comencé abrir mis ojos lentamente mientras un leve bostezo salía de mis labios, me tallé los ojos para poder ver mejor. Ayer por la noche no la había pasado nada mal después de todo, después de insistirle tanto a Sadie que me diera un beso de verdad, mi sueño se cumplió, y ohh vaya que en verdad me lo dio. No tenía palabras de todo lo que me hacía sentir aquella chica pecosa que por fin ahora, se hacía llamar mi futura esposa, era todo un sueño todo lo que estaba viviendo ahora. Cuando mire hacia mi lado derecho sentí un pequeño bultito que me abrazaba, era mi Sadie. Tenía todo su cabello pelirrojo despeinado y solamente se escuchaban las pequeñas respiraciones que daba entreabriendo sus hermosos labios con un leve tono rosado. Se acomodaba sobre mi pecho mientras se juntaba cada vez hacia mi, por inercia di una leve sonrisa de enamorado, hasta dormida se veía simplemente Perfecta. Quite mi mano de su cadera mientras la soltaba de mi agarre y la dejaba cuidadosamente sobre la cómoda cama de nuestra habitación, no quería despertarla. Dio un par de quejiditos para después volver a acomodarse sobre su cojín, esto hizo que mi corazón se estremeciera más de lo que ya estaba cada vez que mis ojos la observaban. Claro que quería quedarme un rato más con ella, pero iría a prepárale el desayuno, después de todo ahora me tocaba a mi, aunque no se si lo consiga ya que no tenía ni la remota idea de cómo prender la estufa. En un rato iríamos a comer con los hermanos de Sadie y quería dar la mejor impresión de mi, es así que practicaría un poco mi comportamiento pero sobre todo el no decir algo indebido para que todo salga perfecto. -Langosta, risotto, Cortes de carne... mierda, Sadie es Vegana como rayos vas a tragarte un pedazo de carne enfrente de ella, maldito enfermo.- me decía a mi mismo mientras repetía los platillos más cotizados y finos de todo el restaurante, necesitaba verme como un chico decente y no como alguien que pedía del menú de niños como usualmente lo hacía. Bajaba las enormes escaleras de la mansión mientras rascaba mi sien frustrado, esto sería más difícil de lo que pensaba, pensarían que solo soy un chico idiota inutil con mucho dinero. Fui hacia la nevera y saqué la leche para ponerla con mi cereal, desayunaría algo leve para cuando despertara Sadie los dos comiéramos juntos, de mientras meditaría y me tranquilizaría para poder pensar algo coherente para la comida. Cuando cerré la puertita de esta, me di la vuelta para poner el tazón Rojo sobre la barra de la cocina, pero al ver quienes se encontraban en mi sala, hizo que me tirara encima todos los pequeños granitos de cereal, no lo podía creer.
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-¿¡Que caraj- No termine la palabra ya que casi me daba un infarto. Todos mis amigos se encontraban en la sala, Jack, Jaeden, Jeremy, Chosen, Gaten, Caleb, Louis, Malcolm y el otro Jack. La presencia de alguien era lo que no me encantaba del todo, el mismísimo Noah Schnapp Que había sido invitado por Louis se encontraba comiendo una bolsa de papas fritas en mi propia sala. -¡HEY Finn! Ven, te va a encantar esto, Jaeden encontró un restaurante de comida mexicana bastante bueno, siéntate a desayunar, hay bastantes tacos y fritangas para todos.- dijo Jack para poner las bolsas con comida sobre la mesa, Jaeden le ayudo a este, todos se pararon de los sillones y me vinieron a saludar dándome leves golpes en el hombro, Noah solo levantó sus dos cejas en son de saludo. -¿que rayos hacen aquí?.- les pregunté mientras tomaba un par de servilletas y limpiaba todo el desastre en mi pijama. -queríamos conocer tu casa, y ohh vaya que esto es espectacular, ¡vaya que si es una mansión!.- dijo Ahora Jack, el rubio, mientras miraba hacia todos lados, veía cada rinconcito de la casa, el patio trasero donde se encontraba la piscina, las fuentes, el jacuzzi, la cocina, los cuartos, el salón de juegos, la sala de proyecciones, la cantina, estaba fascinado.
