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EX-AMOR JUVENIL.

ENAMORARTE DE TU parabatai no es la mejor cosa del mundo que digamos; muchos lo ven como un error

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ENAMORARTE DE TU parabatai no es la mejor cosa del mundo que digamos; muchos lo ven como un error. Pero tal vez es el error más bonito que me ha pasado en mucho tiempo. Afirmo que fue una de las épocas más lindas de mi vida hasta ahora. Desde que fui pequeña siempre tuve que ser como las típicas niñas de películas que son como unas princesas. Mi familia me crió así, mi familia tiene pensamientos muy cavernícolas y pasados de era con los cuales me adoctrinaron pero por suerte logré purgarlos de mi ser. Hice una nueva vida, una en la que si podía ser libre pero no tanto a la vez. Es gracioso, me manejo sola pero algunas veces tengo unos guardias acompañándome las veinticuatro horas y siete días de la semana.

Bueno, eso era hace varios meses atrás.

Cuando mi familia aún por lo mínimo que sea se preocupaba por mi.

Porque ahora ni su apellido puedo nombrar.

Soy una de las deshonras más graves.

Pero bueno, ¿Cosas que pasan, no?

Son solo detalles de mi insignificante vida...

—¿De verdad tengo que ir allá?

Volví a la realidad en la que vivía.

—Si.

Camine de un lado hacia el otro de la sala. Estaba poniéndome muy nerviosa.

—Élodie...por favor, me arrodillaré si es necesario. Pero no me iré de aquí.

Ella me observó, negando con su cabeza.

—Livvia, lo lamento. Pero no hay otra cosa que pueda hacer...no podemos tenerte más aquí.

—¿Así que me están echando? O sea lamento haber roto el libro pero...lo repararé.

Suspiro profundamente.

—No lo hago.

—¡Sebastián! Dile algo a tu tía.

Mi mejor amigo, se encogió de hombros. Quiso abrir su boca pero su tía lo chistó.

—Livvia a nosotros nos hubiera querido que te quedes pero tus padres...ellos. Dijeron no.

La interrumpí.

—¿Así que es por ellos?—susurré

Poco a poco ate los cabos.

Siempre eran ellos la respuesta.

—Intente convencerlos.

—¿Por qué me mandarían allí? Es lo menos cuerdo que han hecho hasta ahora.

Bastian se acercó hacia mi. Tomo mi mano izquierda e hizo una mueca.

—Según ellos necesitan personal. Están muy bajos por lo de la chica Fairchild.

THE LAST SHADOW; alec lightwood     Donde viven las historias. Descúbrelo ahora