Morbo y adicción.

Ampulla.

Sucrose.

Días habían pasado desde que presencié el libido entre Amber y el Aventurero.. por más que intento no pensar en ello e ayudar al señor Albedo no puedo concentrarme.
Mis piernas comienzan a temblar cuándo pienso en ello, puedo sentir mi intimidad gotear dentro de mis shorts haciéndome complacerme sin importar la hora o el momento.. incluso en el propio laboratorio del señor Albedo.

Ver su semilla resbalar de la intimidad de Amber no me deja dormir... incluso sí le conté a la hermana Rosaria mi pecado. no puedo borrarlo de mi cabeza.

- ¡Sacarosa! -

Su voz me hizo temblar.

Narrador Omnisciente.

- ¿E-Eh? -

Ella volteó hacia el origen del sonido, Aether, quién había llegado un par de segundos acompañado de Albedo la hizo retroceder un poco.

- ¿Te sientes bien?, Sacarosa. habíamos estado hablándote desde antes pero parecías no poder oír nos. - Albedo se tomó unos segundos para pensar.

- Es un gusto volverte a ver. Sacarosa. me alegra que te encuentres bien. -

Aether se apresuró a cubrir sus brazos el pequeño cuerpo de la chica sin responder. tornándose sus orejas un poco rojas al igual que su rostro, Sacarosa soltó un pequeño exhalo cálido.
Su cuerpo estaba caliente e el calor de Aether la complementaba, cuándo él se acercó algo en ella se humedecio. sin pensar cerró sus piernas un poco haciendo "extrañar" al viajero.

- Vaya.. no sabía que Sacarosa podía tener esas reacciones. - Albedo se incluyo al momento mirándola cerrar sus piernas.

- Sacarosa.. - Aether la miró con una preocupación falsa.

- ¡L-Lo siento, debo ir al baño! -

Sucrose corrió tan rápido cómo podía hacia el exterior de la nieve. su intimidad había comenzado a gotear haciendo la ilusión de que se había hecho del baño frente a ambos.
Había pasado una fuerte vergüenza, pero ninguno de los dos pudo evitar que ella desapareciera entre la nieve.

- ¿Estará bien? - Preguntó el Viajero dando un último vistazo al camino que fue.

- No dudo que si. Sacarosa es una persona fuerte e ingeniosa.. no deberíamos preocuparnos por ella más de lo debido. - Albedo retomó hacia su mesa de Alquimia continuando con su misión.

- Sí.. -

La mirada de Aether se profundizo un poco hacia la recurrente nieve que descendía del cielo. tenía una sonrisa en la comisura de sus labios.

[ Espina Dragón. ]

En algún lugar de las gélidas cuevas, Sucrose cayó rendida con sus piernas juntas. su corazón aún permanecía palpitando con furor, sostenía fuerte su seno mientras su hermoso rostro se tornaba rojizo de sus mejillas.

- M-Me moje frente al viajero.. por un abrazo -

Incapaz de creer en sus palabras. el exhalo caliente que escapaba de sus labios le impedía sentir frío.
Era sin duda todo lo contrario.. su cuerpo ardía desde la pelvis a su rostro.
Fue un pensamiento cruzado.. ¿que pasaría si se despojara de su ropa y lo hacía justo aquí?..