¿Hace cuanto Yanfei recorría las mismas calles?, observó una generación nacer y caer a su vez. catástrofes, festividades. caras nuevas, parejas que pedían su unión a través de su saber.
Hubo amores, romances, novios, esposos. muerte y el nuevo nacer.
Bajo los demás, Yanfei era una persona más que necesaria en Liyue, una semi adeptus que creció y se asentó entre los pueblerinos. siempre de un lado hacia otro con un gran libro. ¿una persona sumamente correcta?, incluso alguien cómo ella tiene sus secretos.
– ¡Yanfei! – La semi adeptus volteó al ser su nombre pronunciado.
– ¡Paimon! – A su consecuencia fue abrazada por la pequeña guía del viajero.
Paimon, esa pequeña acompañante del chico que liberó una nación, combatió junto a los grandes. a diario escuchaba sus azañas, viajar desde Mondstadt hasta Sumeru es digno de admirar.
– ¿Huh?, ¿dónde haz dejado a Aether? – Sumida por los pensamientos, Yanfei olvidó al héroe.
– ¡Oh sí, Aether le dijo a Paimon que ella debía entregarte esto! –
La pequeña guía desapareció en un destello de stella, aún le parecía complicado la manera efectiva de desparecer, incluso el viajero lo hacía a su manera con las armas.
Dentro de poco ella volvío, mostró una pequeña caja que entregó a Yanfei en sus manos. sin esmero la semi adeptus lo abrió, al ver el contenido volvió a cerrarlo con rapidez.
– ¿Huh?, ¿que es?, ¡no dejaron ver a Paimon, Paimon quiere ver! – Sentía curiosidad, ella giraba alrededor de Yanfei.
– Sabés Paimon.. me parece que tienes hambre. una pareja generosa me dio un adelantado. ¿porqué no adelantas un poco y vas al restaurante Wanmin?, seguro Xiangling cocina algo bueno para ti. – Fue óptimo, ella le ofreció una bolsa gigante de Mora.
La pequeña fue fácil de chantajear, yéndose de forma pronta voló hacia su restaurante favorito sin decir adiós.
Yanfei dejó escapar un suspiro de sus labios rosados, abriendo la tapa de la caja sintió su corazón latir, enrojecida de las mejillas. un pequeño amuleto de madera tomó, aquél mismo que era usado para entrar en la relaja tetera.
Ella sabía lo que significaba. él necesitaba sus servicios.
Releja-tetera.
Aether recorría los pasillos de su hogar, fotos viejas y nuevas, Amber, Rosaria, Bárbara. Ying er. tantas mujeres que habían pasado por estos pasillos, tantas experiencias.
Arrugó el papel de tantas fotos. Aether continuó su recorrido hacia el dormitorio principal, abrió la puerta encontrándose lo esperado; Yanfei lucía una sencilla bata de seda, su caucásica piel la hacía lucir tan bien, ella preparaba el colchón sin notar la presencia del héroe.
Yanfei se sentía inquieta, a pesar de haber llegado horas antes, darse una ducha y almorzar en el hogar del viajero, no lograba apaciguar sus nervios. ¿hace cuánto no lo veía?, el roce de su piel que tanto la hacía estremecer, sentir el vapor de su boca quemando su piel. la forma tan posesiva de cómo la dominaba haciendo su libido mayor, ¿podría ser una adeptus que entrará en celo?, de alguna forma Aether lo lograba con ella, hacía que su cuerpo entrará en una fase de calor que ardía en el interior de su vientre. la hacía necesitar la compañía del héroe.
- Yanfei - Aether la abrazó de una forma gentil, pasó los brazos por debajo de las axilas de la semi adeptus.
- ¿Aether? - Ella pronunció de una forma nerviosa, su vista viajó hacia los confines de su parte abdominal.
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Morbo y adicción.
FanfictionDesde ya debo aclarar que esto es muy explícito, se recomienda discreción. +18 Está historia por diversas razones contiene comentarios vulgares e escenas subidas de todo, si quieres ver algo más tranquilo ve a mis otras historias. Esto es solo mi de...