Flor De Hielo [Jasper Hale]

Capítulo 41

Narra Lissa

- ¿A dónde vas?

- Oh, buenos días, Emmett.

Iba saliendo y Emmett apareció colgando de cabeza en el porche de la casa.

- Buenos días, ¿Por qué vas vestida de negro? Nunca vas completamente de ese color.

Sonreí a labio cerrado y lo rodeé.

Seguí caminando, y claro que me alcanzó no mucho después.

- ¿Qué haces aquí, Emmett? Crei que el plan era vigilar a Bella.

- Si, bueno.. Rosalie no me pone atención, Félix y Alice están en la escuela, Jasper fue a cazar y..

- Estabas aburrido.- concluí.

Rascó su nuca y asintió.

>> Lo lamento, Emmett, pero tampoco podré ayudarte con eso.- seguíamos caminando.

- ¿A dónde vas? Mi Jeep está cerca de aquí, puedo llevarte.

- Te agradezco mucho pero tendré que rechazar tu propuesta.

- Espera.

Detuve mi andar a la vez que él.

>> Me estás hablando, ¿Por qué?

- Es una conversación, Emmett, es justo responder.

- Creí que nos odiabas.

- Si, bueno... decidí perdonarlos...no es lo mío cargar con el peso del resentimiento sobre mis hombros...

>> Eso no quiere decir que vaya como si nada hubiera pasado, es decir, duele lo que pasó con...tu compañera... Pero prefiero tener mi corazón libre de cualquier cosa que me pueda generar amargura.

>> No lo hago tanto por ...ustedes, sino por mi, es lo que mi madre me enseñó.

>> Además de que no me has dado ninguna razón para evitarte..oh, espera, ya recordé..

Vi que se puso nervioso.

>> Me raptaste del lado de Jasper en el campo de Baseball.

- Era una Bienvenida especial.- se justificó.

- Biinvinidi ispiciil.- lo imité.- En fin, tengo que irme, nos vemos después, Emmett.

Empecé a caminar de nuevo.

- ¡Espera! - me alcanzó de nuevo.- Hablo en serio, yo te llevo.

Suspiré.

No es por querer rechazar o ser mala con él, es que hoy...es un día en el que quiero estar sola.

- Emmett, lo agradezco, de verdad, pero no quiero que me lleves.

Hizo un puchero mirando hacia abajo triste.

Suspiré de nuevo.

>> ¿Te gusta luchar, verdad? Jasper me dijo que te gusta cazar osos por la pelea que dan.

- Oh, eh...si ¡Si! Está en mi naturaleza.- sonrió orgulloso.

Moví mis manos liberando mi poder creando un gran muñeco de nieve del tamaño de Emmett.

- Emmett, él es Olaf.- el muñeco saludó con su mano.- Olaf, él es Emmett y quiere jugar. No sean muy rudos, ¿De acuerdo?

Me despedí con la mano y giré para seguir caminando.

- ¡Oye! ¡¿Qué se supone que haga con esto?!- gritó Emmett detrás de mí.

- ¡Pégale!- grité de vuelta.