Se encontraba de pie, con su mirada fija en lo que para el era la mujer más hermosa del mundo, recostada en en una pequeña cama de hospital, aquellos ojos miel opacados por las lágrimas, expresaban una mirada de tristeza y angustia, sensación de miedo por no saber que sería de el.
Para aquella joven mujer solo quedaba expresar una últimas palabras con un tono que lo tranquilizara, no quería ver esos ojos esmeraldas inundado por lágrimas.
—Busca la felicidad, no mires atrás, sigue adelante, no guardes rencor en tu corazón —suspiraba con dificultad, le era difícil respirar, tomo con delicadeza la mano de su pequeño— aún cuando no esté a tu lado, se que abra alguien dispuesto a brindarte todo el amor que necesitas, mi lindo ángel —aquellos ojos comenzaban a cerrarse-
—Mamá, por favor, abre tus ojos, se qué todo estará bien —con ambas manos afianzó su agarre, ya que la mano de la joven perdía fuerza— solo quiero que regresemos a nuestro hogar, y pasar toda una vida juntos —al ver qué no respondía la abrazo con fuerza ocultando su rostro sobre su pecho derramando lágrimas—
Abrió los ojos con pesadez, el sueño y cansancio estaban presentes en el, la oscuridad inundaba su habitación, cuando su vista se acostumbro a la poca visibilidad que le brindaba la noche tomo su teléfono, marcando las 4:00 am. Aun faltaban dos horas para iniciar su rutina del día.
Decidió levantarse, presionó el interruptor que encendía la luz de su cuarto de baño, giro la llave del lavabo dejando caer el agua sobre sus manos, enjuagó su rostro para refrescarse, mirándose fijamente al espejo, suspiro empañando el vidrio en el qué veía su reflejó. Notaba su aspecto, algo desalineado, el vello facial se asomaba por su barbilla y en las esquinas de su labio superior. Su cabello largo caía en cascada alrededor de sus hombros, algo disparejo ya que habían pasado meses desde su último corte, pero lo que llamo su atención fue su mirada reflejada en el vidrio empañado, no le agradaba, notaba el vacío en sus ojos, parpadeando un par de veces inclino su cabeza hacia el lavabo, usando más agua para dejar atrás la sensación de pesadez en sus ojos, no mentiría, deseas dormir, pero durante los últimos días le era difícil, constantemente despertaba por la madrugada, en sus sueños se hacían presente sus recuerdos, más malos que buenos, creía que en parte era por el nerviosismo de volver al que fue su hogar por los últimos nueve años.
Fue ahí donde recordó el sueño que había tenido hace unos minutos, por enésima vez había soñado con ese momento, aquel día en que perdió a su madre, habían pasado ya 15 años, pero ese recuerdo aún se sentía tan pesado. De alguna manera se sentía triste, pero no lo suficiente para soltar unas lágrimas, solo la melancolía de los momentos felices que tuvo durante sus primeros 8 años de vida.
Todo gracias a su joven y hermosa madre, una gran mujer de piel canela, ojos miel con un cabello largo y castaño, su nombre, Carla Jaeger. Eren siempre considero un honor y orgullo haber sido su hijo. La razón es sencilla, Carla era el claro ejemplo de superación, quedando embarazada a los 22 años, afrontó sola su embarazo, ella no sufrió el abandono del padre Eren, Grisha era un estudiante de medicina con un gran futuro, lamentablemente murió en un accidente de auto sin saber que su amada estaba embarazada. A pesar de ese dolor Carla no se venció, además de lidiar con el dolor por la perdida de su amado, afrontó el desprecio de sus padres, los cuales al saber que su hija se encontraba embarazada retiraron todo apoyo económico y emocional, echándola a la calle, con una pequeña maleta llena de sus pertenencias personales y algo de ropa, para ella el mayor dolor fue ese, el desprecio de quienes le dieron la vida. Afortunadamente la vida le sonrió cuando pudo encontrar un pequeño lugar para rentar, un trabajo que le ayudo a sustentar sus gastos y a una mujer que considero su amiga la cuál le brindo apoyo económico y emocional, está mujer sin saberlo sería la salvación de su pequeño Eren.
Desde que Eren tenia la capacidad de almacenar recuerdos, su joven madre siempre le contaba que en cuánto supo que el estaba en camino ya lo amaba, siempre acariciaba su vientre y pronunciaba dulces palabras para que el supiera que alguien añoraba su llegada con emoción.
Recordaba perfectamente cuando la joven Carla lo despertaba con un tierno beso en la mejilla, seguido de una lluvia de cosquillas para hacerlo reír, para después pronunciar esas tiernas palabras
—Buenos días para mi bello ángel, ¿Cómo amaneció el amor de mi vida?—Esas dulces palabras se repetían todos los días, eso jamás lo aburrió, al contrario, amaba la manera en que lo consentía y la manera en que su dulce voz le expresaba todo su amor, le encantaba cuando ella a pesar de llegar cansada por su pesada jornada de trabajo siempre mostraba una sonrisa, la joven siempre estaba dispuesta a jugar con el. En la hora de la cena escuchaba con total atención a su hijo, el pequeño Eren le contaba desde su día en la escuela, los juegos que disfrutaba con sus amigos, hasta los sueños y metas que su inocente ser se planteaba, cuando el día estaba por terminar y era la hora de dormir, ella siempre lo arropaba en su cama, besando su frente le decía unas palabras que con el tiempo tomaron mucho valor para el.
—Ya es hora de dormir mi bello ángel, espero que hayas valorado este día que termina, recuerda siempre, debes vivir y no solo existir, descansa — le brindaba una calidad sonrisa
El siempre respondía— Gracias por estar en mi vida, gracias por enseñarme a vivir, te amo mamá— dicho eso dormía, jamás tenía pesadillas.
Ese era su día a día, se acostumbro tanto que cuando llegó la primera mañana sin ella a su lado sintió un gran vacío emocional, era como si el sol hubiera dejado de brillar para el, todo se había vuelto gris. Pero fiel a lo que su madre decía, el trato de seguir adelante, teniendo solo 8 años y estando solo, supo que tendría que luchar para vivir y si no luchaba solo existiría.
A pesar de todo la vida le brindo otra oportunidad y esperaba con todo su ser que su madre pudiera verle desde el otro mundo, deseaba que su madre sepa que alguien estuvo ahí para el brindándole todo su amor, de hecho, ahora que lo pensaba mejor, sus dos madres descansaban en un lugar mejor, un mundo donde toda alma generosa descansa en paz. Creía fielmente que ambas mujeres que le brindaron su amor incondicional descansaban libres de preocupaciones, y por qué no, cree que ambas velaban por el, por su cuidado.
Esa era su manera de ver la vida, porque así tenía la esperanza de volver a ver su mamá Carla. También añoraba volver a ver a aquella mujer que con dedicación y esfuerzo se ganó un lugar en su corazón, la mujer que se convirtió en su segunda madre, aunque si pudiera reencontrarse con ella, lo que haría sería pedirle perdón.
Decidió ya no pensar mar en eso, habían pasado cuatro años tras la muerte de su segunda madre, aún se sentía culpable, así que lo mejor era dejar de pensar en el pasado por ahora.
Ya tendría tiempo de ordenar sus pensamientos e ideas, lo que tenía que hacer ahora era tratar de aprovechar sus últimas horas de descanso, tratar de dormir un poco.Al salir de su cuarto de baño, aún con la obscuridad de la noche, invadiendo toda su habitación, se acostó sobre su cama cubriendo su cuerpo con las gruesas cobijas que lo protegían del frío, antes de tratar de conciliar el sueño y dormir, encendió una pequeña lámpara de noche, que estaba sobre un mueble junto a su cama, abriendo uno de los cajones fijo su mirada en aquella fotografía, recordaba perfectamente el día en que fue tomada, tenía 10 años, aquel día conoció el amor, lo conoció con ella, un amor puro e inocente que al pasar de los años crecería tanto, que se volvió difícil de ocultar, sumado al deseo, deseo que era mutuo, deseo por el cual se familia se arruinó. Pero ya esta harto de sentirse culpable, pronto volvería a su hogar, reclamando a la mujer que le pertenece, la mujer por la cuál aún se mantiene vivo.
—Pronto estaré a tu lado otra vez— con la foto en sus manos —prometo que no huiré, solo espera, mi más amada, mi más querida, Mikasa Ackerman— beso la fotografía, para finalmente dormir.***
Que tal, aquí mi primer Fic, y que mejor que con el Ship Eremika.Gracias a los que se tomen el tiempo de leer.
Disculpen si existe alguna falta de ortografía.
Es mi primera historia, trataré de mejorar en próximos capítulos
18/01/2022
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Die For You (EreMika)
FanficSi el destino me da la oportunidad de estar a tu lado no te dejare, incluso si ante tus ojos esto es prohibido, se que nuestras almas están destinadas. Después de todo, moriría por ti. *Créditos de la portada a su respectivo autor