Prologo

137 0 0
                                    

El color de las camisetas de su clase era amarillo.

        En la parte de delante, en letras grandes con un degradado

del verde oscuro al naranja estaba el año de su graduación,

«3-4», dibujado con una fuente que lo hacía parecer como si

saliera volando hacia ti. En la parte de atrás, en azul claro estaba

el nombre del tutor de la clase, y luego los nombres de todos los

cuarenta miembros de la clase escritos con letras pequeñas, que

hacía que pareciera un periódico inglés.

        Aunque se veía más bien tosco, el dibujo no estaba mal.

Si lo mirabas terminado, podrías llamarlo sin equivocarte algo

que un estudiante de secundaria había hecho como recuerdo de

la graduación.

        Pero llegar a este punto había sido una batalla.

        Era bueno ver el entusiasmo, «¡hagamos algún recuerdo

para toda la clase!», pero primero discutieron sobre si hacer

camisetas, bolsas reutilizables o correas, y cuando se decidieron

por las camisetas, luego discutieron sobre el color, el diseño, la

fuente... bueno, discutieron sobre todo, todo el tiempo.

¿Discutían tanto a propósito?

        Sin embargo, no hubo nadie que se pronunciara, que

dijera «suficiente, ya basta». Todo el mundo era consciente de

cuánto tiempo faltaba antes de que se graduaran. Su estado: la

clase haciendo oídos sordos y todo el mundo discutiendo a la

vez, solo pasaría una vez en sus vidas. Tal vez era porque sabían

que no tendrían otra oportunidad.

7


       Desde reunir las opiniones de todos, hasta hacer el pedido

al contratista, les había llevado dos meses enteros.

       Desde ese punto esperaron otro mes, y llegaron cuarenta

camisetas personalizadas a finales de febrero.

       En clase, como pronto sería primavera, la mitad de ellos

había decidido sus ramas de estudio.

       Del resto, algunos todavía tenían que hacer los exámenes

de admisión, algunos todavía estaban esperando los resultados

de sus exámenes, algunos habían decidido volver a intentarlo el

próximo año, algunos tenían varios trabajos a tiempo parcial, y

algunos esperaban quedarse a cargo del negocio de la familia.

       Brillante u oscuro, de cualquier forma todo el mundo

tenía su propia visión de futuro. Aunque sus circunstancias

variaban, ese día las caras de todos estaban presentes en el aula.

       Repartieron cariñosamente las bolsas de plástico de la

Golden time Volumen 2: LA RESPUESTA ES SÍWo Geschichten leben. Entdecke jetzt