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Dormir con Mew era muy lindo, él siempre lo abrazaba, dejaba que escondiera el rostro en su pecho para que sus latidos lo calmaran, solía tomar su mano y entrelazar sus dedos también, se sentía bonito.

También su cama era muy grande, y siempre tenía espacio para él.

Recordaba una vez que había visto en la televisión, que esas camas se llamaban "matrimoniales", entonces Gulf entendió que serían para dos personas, para una pareja.

—Mew.

— Gulfi.

— ¿Por qué tu cama es matrimonial?

— Porque sí.

— Porque sí no es una respuesta— dijo Gulf, sus labios formaban un adorable mohín, era lo que Mew siempre me decía—. Esas camas son para parejas, pero tú estás sólo.

La sonrisa de Mew flaqueó un poco.

— No estoy solo, Gulf, te tengo a ti— respondió, pero no era la respuesta que Gulf quería.

— Pero debes tener a alguien para dormir juntos— dijo.

— Tú duermes mucho conmigo— dijo, intentando evadir el tema.

— Pero yo no soy tu pareja— dijo, con el ceño fruncido, parecía que en cualquier momento iba a empezar una rabieta.

Mew tuvo que tomarse un momento para recomponerse, suspiró un poco.

— ¿No tienes novia, Mew? — preguntó de nuevo el rubio.

— Novio, Gulf, es un chico — dijo, bastante bajo—. Y tenía.

— ¿Qué le pasó? — preguntó con toda la curiosidad y la inocencia del mundo, Mew casi quería llorar.

— Él... Se olvidó de mí — respondió el castaño, sin mirarlo, no podía mirarlo sin llorar.

— ¿Cómo se puede olvidar de ti?

Mew soltó una pequeña risa, melancólica, casi parecía un chiste de mal gusto.

— A veces hay un problema... Y pasan muchas cosas malas, y de repente, la gente te olvida, se olvida de todo... Y aunque estén contigo, ya no son los mismos, como si fuera una persona totalmente diferente.

>> Eso le pasó a mi novio, Gulf... Le hicieron algo malo, se olvidó de todo y ahora él es otra persona.

Gulf sólo se quedó quieto, sus ojitos se movían mirando el suelo, y por un momento el castaño casi creyó que había desatado algo en su cabeza, algo que podía volver a lastimarlo, y hacerle mal, se asustó y se acercó a él para tomar sus mejillas.

— ¿Gulf? ¿Estás ahí? — Preguntó con preocupación, los ojitos miel del rubio lo miraron como algo de confusión— ¿Estás bien?

Mhm... — dijo, asintiendo—. No te preocupes por tu novio, Mew... Me tienes a mí— dijo, sus manitos se posaron sobre las del castaño, y sonrió con ternura.

Mew sonrió con algo de dolor.

— Claro que si, Gulf, tú también me tienes a mí, para siempre— dijo, antes de abrazarlo y dejar un beso sobre su cabello.

En parte, a Gulf le gustaba dormir con Mew porque sabía que el castaño también necesitaba de compañía.

Se tenían el uno al otro.

Memories☀🌻 MewGulf (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora