「 Epílogo 」

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「 Mientras más le temes, más fuerza le das.」

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— ¿Has oído ese dicho? ¿O por lo menos pensado en él? Siempre se le mantiene vagando de boca en boca, sobre todo en aquellas lenguas que ya emanan su vejez. Los mayores humanos solían decirlo, algunas veces no de manera directa, pero enseñándola a sus hijos de una forma más divertida. Las historias de terror a la hora de dormir, el típico "come tus vegetales o vendrá el monstruo y te comerá" o hasta los sonidos poco calmantes que se hacían presentes de madrugada, la rama golpeando tu ventana. Nunca se está seguro de que es.

— Desde niños siempre creímos en lo sobrenatural, en la maldad de la gente, la maldad de cada persona. Nacemos como pergaminos blancos, delicados y sin detalles, para luego vernos obligados a ser escritos por una pluma. La pluma que define lo que nos forma como persona. Pasamos de ser pergaminos pequeños a ser un poco más amplios, en dónde ya tenemos que vernos obligados a ser amarrados por un listón para mantenernos en el carril, o al menos eso decía mi abuela.

— Sin embargo, tal como hay pergaminos pequeños y grandes, también se encuentran los desgastados, en los cuales sus bordes suaves de papel ya no tienen el mismo brillo que alguna vez tuvieron al estar recién comprados. Pero, a diferencia de los otros pergaminos, éstos ya están escritos por más de una poesía. Firmados y cellados con mucha delicadeza, sabiendo y conociendo lo que estuvieron destinados a ser, sintiéndose conformes con la larga vida que llevaron, para luego sin más, deteriorar su papel a viejo y con el tiempo formar parte del viento.

— Son arrimados al cajón en dónde se guardan las memorias, y son recordados como lo que alguna vez fueron. Es hermosa la vida, desde esa tan profunda perspectiva. Nacer, conocer, crecer y morir, no tiene precio. El simple ciclo de la vida. El ciclo sin fin. Sin embargo, no todo es color de rosas en ella, hay veces en las que los pergaminos se ven obligados a adelantar éste proceso. La vida los empuja a no ser firmados, o a ni siquiera poder terminar la poesía que era timbrada y grabada en sus cuerpos pálidos. ¿La vida? Siempre suele ser la culpable, por aquí y por allá, todo el mundo lo menciona.

— Pero sólo es una excusa, a veces no sólo es la vida, sino otros pergaminos que quieren ser firmados antes. Pergaminos envidiosos. Pergaminos llenos de maldad, ocio y avaricia, pergaminos que no merecen un bonito despertar. Pero por más que lo intentemos y por más que hablemos con ellos, éstos pergaminos nunca pondrán de su parte ni su granito de arena, seguirán haciendo daño, seguirán con total mesura, dañando y rasgando el hermoso papel dibujado con la mismo arma que usó la vida para tratar de escribir, la pluma, manchándose de tinta. Tinta color vino. El miedo diario de cualquier mortal, ser asesinado antes de tiempo.

N-no.. Por f-favor.. Mírame.. ¿D-de acuerdo?..

¡SÓLO HACES MÁS FUERTE LA INTENCIÓN DE MATARTE!

...¡T-todo es mi culpa! De no haber hecho ésto y-yo.. ¡ARRASTRÉ A TODOS A ÉSTE INFIERNO!

¡SÍ, LO HICISTE! ¿¡ESTÁS FELIZ AHORA!?

S-sólo quiero volver a mi maldita realidad y acabar con todo ésto de una vez por todas..

Lo lograremos.. tranquilo.. hay que mantener la calma..

Y-yo.. yo lo amaba más que nadie.. Yo.. Yo soy quién debe morir..

¡NO PUEDO CREERLO! ¡TE ENCONTRÉ!.

「 ¿Será alguna influencia? 」
「 ¿Condición mental del culpable? 」
「 ¿Quién es el culpable? 」

Ésto apenas comienza.
No te manches de tinta.

⁵⁷⁵ ʷᵒʳᵈˢ
ᴮʸ;; ᵂᴰ

「𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒏𝒄𝒉𝒂 𝒅𝒆 𝑻𝒊𝒏𝒕𝒂〣 𝑴𝑪𝒀𝑻」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora