Capítulo 23

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 Cuando despierto estoy en el departamento, el olor a comida inunda mis fosas nasales, no sé qué hago aquí y ni quien me trajo.

Me levanto de golpe y voy directo a la cocina, ahí está Sebastián y Emilio desayunando.

- ¿Qué hago aquí? ¿Cómo fuiste capaz de traerme a casa cuando mi padre se está muriendo? – digo gritando

-Sebastián puedes ir a la habitación un momento – le dice a mi hermano y él sale de la cocina – te desmayaste en el hospital, el medico te reviso y dijo que necesitabas descansar, pensé que sería mejor si venias a casa.

-no pienses ni una mierda, no puedes simplemente tomar decisiones sin mi consentimiento.

-Ariana estas actuando mal, cálmate un momento. Tu padre esta igual, si hay algún cambio Santiago me informara.

-no me interesa, me iré al hospital ahora – trato de salir de la cocina y él se interpone en mi camino – suéltame

-debes comer algo, llevas horas sin comer. Hazlo y yo mismo te llevare

-no tengo hambre – digo removiéndome entre sus brazos – suéltame, Emilio.

-debes comer, no te voy a soltar hasta que comas. Tu padre te necesita fuerte, él querría que apoyaras a tu madre.

-no sabes nada de lo que él querría.

-Ariana no creo que sea necesario darle más preocupaciones a tu madre justo ahora, ayer cuando te desmayaste estaba muy asustada.

Trato de calmarme y pensar, tiene razón. No es momento de darle más preocupaciones a mi madre.

-anoche el médico te hizo algunos exámenes – dice entregándome una carpeta. – yo sé lo que sale ahí, pero me gustaría que lo vieras tu misma.

-lo hare más tarde, voy a comer rápidamente. Necesito estar con mi padre – asiento con la cabeza mientras me sirve en un plato comida.

Como en silencio mientras Sebastián y Emilio hacen lo mismo, cunado termino de comer voy hasta la habitación y guardo la carpeta en mi cajón, me cambio de ropa y salgo justo cuando los chicos están tomando su abrigo.

Llegamos al hospital en completo silencio, voy directo hasta donde se encuentra mi madre con Santiago.

- ¿Cómo sigue mi padre? – pregunto mientras me siento a su lado

-sigue igual, no hay mejora. ¿cómo estas tu? – pregunta Santiago tomando mi mano.

-cómo voy a estar, mi padre se está muriendo ahí adentro y no puedo hacer nada por él.

-todo saldrá bien cariño – dice Emilio arrodillándose entre mis piernas

Asiento mientras trato de no decir algo que luego me haga arrepentirme para siempre.

Emilio nos trae café y algunas galletas durante el día, me pide ir con él un montón de veces a comer, pero me niego sin querer moverme del lado de mi madre.

Cuando el médico viene a vernos nos informa que mi padre está cada vez peor y será solo cosa de horas que fallezca. Siento mi cuerpo caer con el peso del dolor que siente mi corazón, comienzo a llorar sin parar mientras Emilio me abraza y susurra una y otra vez que todo estará bien que él estará conmigo siempre.

-No me interesa estar a tu lado Emilio, no justo ahora. Todo esto es tu culpa. Tu eres la obsesión de esa loca de mierda.

-Ariana – dice mi madre – no seas así, Emilio no tiene la culpa de nada.

-lo dices porque no te importa lo que le pase a mi padre, ¿acaso crees que no me doy cuenta cómo te comportas con Santiago?

Mi madre me abofetea la cara, llevo mi mano hasta mi mejilla no puedo creer que me haya golpeado.

La Hija Del JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora