Las fiestas de Navidad en el mundo humano eran prácticamente iguales a las del Infierno, con lucecitas, comida deliciosa y suéteres horribles. Una media docena de feos suéteres ensangrentados que se destacaban en las estacas que atravesaban a sus dueños desde sus anos hasta la boca. No era el método habitual de dejar los cadáveres, pero era lo que específicamente pidió ese cliente y bueno, esa bonificación que ofreció era muy necesario. Era lo que había pedido su cliente que le hicieran a los mayores accionistas de ese exclusivo club de ski del que fue expulsado y antes de responder a las burlas y memes que postearon sobre él, se rompió la cabeza contra un árbol mientras esquiaba y miraba su teléfono a la vez.
Por ser un lugar bien aislado en las montañas de los Alpes, se podían dar el lujo de hacer una cruenta masacre (de nuevo, lo que el cliente pidió) y quizás relajarse un poco con la comida y bebida mucho antes de que llegaran las autoridades. Blitz y Moxxie atacaron a unos ricachones desprevenidos que estaban en la lujosa terraza con sauna y jacuzzi usando cuchillas y tiros de rifle a la distancia, por lo que varios corrieron a esconderse en un búnker cercano blindado que cuya puerta era al parecer imposible de abrir desde afuera... Así que tocó el armamento pesado, cortesía de Millie.
La diablilla estaba ajustando la bazooka 'MY DICK', la cual cargaba una versión más poderosa del 'Pussy Destroyer' con nitroglicerina, TNT y hasta fósforo blanco, solo faltando uranio para hacerlo un jodido mini 'Fat Man' (1) que reduciría todo ese búnker en cenizas. Cuando estaba a punto de ponerse en posición, sintió un pequeño tirón en su cola.
― ¡Má!
Millie sonrió y volteó la cabeza: Una Morrie completamente envuelta en un grueso abrigo y bufanda estaba usando su cola para mantenerse de pie. Aunque ya era capaz de correr zumbando por todo el apartamento y la oficina a sus cuatro añitos, a su esposo se le había pasado la mano con la ropa de invierno, pareciendo un pequeño buñuelo de color azul y amarillo. La acuchilladora bajó una mano y le acarició el cabello blanco expuesto, pues su gorrito se había caído en algún momento, quizás al empezar a hacer ángeles caídos de nieve.
―Má, ¿podemos comer chocolate con malvaviscos?
―Ahora que terminemos con ese búnker de allí, terroncito.―contestó Millie con una sonrisa. Cuando Morrie hizo un puchero, agregó: ―. Recuerda, prometiste portarte bien en esta primera incursión.
―Tío Blizz dice que portarse bien es para tontos.
―...Pues tendré otra charla con 'Tío Blizz' acerca de lo que es darte 'consejos para la vida', como le dice.―terció un Moxxie totalmente bañado en sangre y cargando al hombro una carabina modificada para tener una fuerte cuchilla en la culata, perfecta para destrozar extremidades hasta el hueso. Como cualquier francotirador veterano, se había acercado a ellos sigilosamente.
― ¡Pá!―gorjeó la pequeña diablilla estirando sus bracitos hacía él, casi cayéndose hacia atrás por el esponjoso abrigo. Su padre rápidamente la agarró, levantándola.
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Helluva Godfathers
FanfictionInspirado ligeramente en la película Tokyo Godfathers de Satoshi Kon: Durante una misión en solitario aparentemente normal, Moxxie y Millie encuentran nada más y nada menos que una impling recién nacida abandonada junto a la madre violentamente dest...